04⋆

7.8K 772 783
                                    

-Yo nunca he dejado de amarte, Megan.

Esas palabras llevaban tres días rondando por mi mente sin cesar, mis ganas de volver a besar a Tom seguían intactas y se apoderaban de mí cada vez que lo veía. Tenerlo en la misma casa estaba siendo todo un martirio para mí.

¿Recuerdan a Alessandra? pues resulta que su perro se recuperó mágicamente mucho antes de lo esperado y dijo que tomaría el primer vuelo disponible a Los Angeles ya que estaba emocionada por ver a todo Tokio Hotel en persona nuevamente, pero esta vez fuera del escenario. Ella no me generaba buenas vibras, no podía juzgarla sin conocerla antes, pero sabía que algo saldría mal en mi intento por al menos internar entenderla.

Bill y yo estábamos terminado de decorar su cuarto, era definitivo que se quedaría con nosotros en Los Angeles, su hermano aún no tomaba la decisión, eso generaba muchas dudas en mí.

-No quiero tener que volver a ver a la Italiana esa- dijo Bill recostandose sobre el borde de su tocador- Ella es insoportable cómo no tienes idea.

-No creo que sea tan mala- estaba terminando de acomodar algunas fotos en su pared- Quizás no la conoces lo suficiente.

-Oh no, créeme que la conozco muy bien- por todo lo que me había dicho sobre ella comenzaba a creer que realmente si era así- Y será mala cuando llegue aquí y te vea.

-¿Por qué dices eso?- me giré para mirarlo, caminé hasta su cama y me senté sobre ella.

-Porque Tom y tú aún se desean- fruncí el ceño- No me mires de esa manera, ustedes dos parecen un par de adolescentes haciendo lo posible por estar cerca el uno del otro en todo momento.

-Tú hermano tiene novia y es mi deber respetar esa relación.

-La próxima semana alguno entrará aquí más feliz que nunca diciendo que se besaron o tuvieron sexo, estoy seguro.

-Eso no pasará Bill- anhelo con todo mi corazón que si pase- Créeme, lo último que quiero es volver a caer rendida a los pies de tu hermano.

-Yo veo el futuro, Megan- Tomó una de sus brochas de maquillaje y me señaló con ella- Seré el más feliz del mundo cuando eso suceda.

-Oye, una pregunta... ¿Es cierto que ha está con muchas chicas después de mí?

-Nada fuera de romances sin importancia, ellas terminaban perdidamente enamoradas y él llorando en mí habitación porque no podía dejar de amarte- se acercó a mí, poniéndose de rodillas- Él aún te quiere, Meg, simplemente su estúpido ego no le permite demostrarlo.

-Siento que ha cambiado demasiado.

-Igual que tú- acarició mi mejilla- Son adultos ahora, ambos vivieron su duelo de maneras diferentes y aún así siguen amándose con la misma intensidad.

-Odio que tengas la razón todo el tiempo- bromeé, empujado suavemente su hombro. Bill es de ese tipo de personas que no te dice lo que quieres escuchar, sino lo que debes.

-Yo odio saber que tendré que volver a ver a Alessandra- escondió su rostro entre mis rodillas, cayendo sentado en el suelo segundos después.

-Bill, no seas negativo- no tenía caso seguir reprochando nada, yo tampoco quería verla.

-No entiendo por qué no se quedaba en Italia- balanceó su cuerpo de adelante hacia atrás, aferrándose con fuerza a mis anchos pantalones para evitar perder el equilibrio y golpearse- Ella estuvo a punto de obligar a Tom a qué fuera con ella ¿Puedes creerlo?- levanté las cejas sorprendida ante su declaración- Ella no quiere que él vuelva a estar con la banda.

-¿No se supone que era fan?

-Fan de Tom, para ella nosotros cuatro no somos más que un accesorio o algo así.

𝐀𝐃𝐃𝐈𝐂𝐓𝐄𝐃 𝐓𝐎 𝐘𝐎𝐔 | 𝘛𝘰𝘮 𝘒𝘢𝘶𝘭𝘪𝘵𝘻Donde viven las historias. Descúbrelo ahora