The final chapter.

5.4K 543 209
                                    

Megan.

Me encontraba sentada en el balcón del departamento, con la mirada perdida entre el cielo, intentando procesar que hoy finalmente era el día de mi boda.

-Meg...- sentí los brazos de Georg rodear mis hombros por mi espalda- No puedo creer que esto esté pasando.

-Dimelo a mí.- tomé una gran bocanada de aire. Mi mirada seguía perdida en el cielo que lentamente comenzaba a aclararse cada vez más- ¿Tampoco pudiste dormir?

-Solo un poco.- se sentó junto a mí, recostando su cabeza sobre mi hombro- Mi pequeña Megan se casa hoy. Esto es increíble.- su mirada era tan suave y tan tierna que realmente sentí ganas de llorar por la alegría tan inmensa.

-No sabes lo feliz que estoy. Nunca creí que esto pasaría, pero Tom... Con él todo es tan diferente, tan puro y tan único.- acaricié su cabello a la vez que cerraba mis ojos para sentir como nuestras energías se convertían en una sola - Jamás estuve tan segura de querer hacer algo como ahora. Él es el amor de mi vida, la única persona a la que he podido amar con cada pequeña parte de mi ser. Tom me hace feliz, me complementa a la perfección y me ama como sé que jamás nadie podrá hacerlo... Lo amo, Georg. Lo amo como no tienes idea, es un amor que no puedo expresar con simples palabras y que de poder hacerlo, no cualquiera entendería.

-Sin duda papá estaría muy feliz...- Una pequeña sonrisa se dibujó en mi rostro al imaginar a mi padre caminando conmigo hacia el altar, dándome un abrazo y felicitandome. Daría cualquier cosa por tenerlo a mi lado al menos por este día- Dios, Megan.- su voz comenzaba a entrecortase- Somos adultos, todos nosotros tenemos parejas... Gustav tiene una hija. Yo me mudaré con Addison. Bill vivirá aquí con Blair y tú... Tú te casarás hoy.- volvió a abrazarme, está vez con mucha más fuerza, humedeciendo mi camiseta con sus lágrimas.

-Tuvimos momentos difíciles.- respondí en un pequeño hilo de voz, correspondiendo al abrazo de mi hermano- Pero ya ves, el mismo destino se encargó de darle un sentido y poner en orden nuestras vidas.

-¿Por qué soy yo quien llora y no tú?- se separó varios sentimientos de mí, mirandome confundido mientras limpiaba las lágrimas de sus mejillas- Tú eres la que siempre llora.

-Estoy demasiado feliz.- el castaño me miró con incredulidad mientras intentaba regular su respiración. Debo admitirlo, es una escena realmente divertida- No lo sé, solo... Es como una ola de sentimientos que solo me dejan pensar en lo genial que será este día.

Se quedó en silencio por varios segundos, mirándome fijamente con su cabeza ladeada hacia la derecha.

-Mi hermana y mi mejor amigo... Honestamente jamás creí que saldría bien.- soltó una pequeña risa, a lo que respondí con una mala mirada- No me mires de esa manera, solo estaba siendo honesto.- Se encogió de hombros.

-Creo que incluso yo llegué a pensarlo... Pero bueno, aquí estoy ahora.- me levanté del suelo, le extendí mi mano para que también pudiera hacerlo.

El sonido de mi teléfono me llevó a entrar casi corriendo. Me sentí terriblemente emocionada al ver el nombre del contacto de Bill en el identificador de llamadas.

-Enciende la maldita cámara, quiero ver si haz llorado tanto como Tom.- ordenó el rubio con cierto toque de picardía en su voz. No dudé en obedecer.

-No soy yo quien ha llorado, es él.- enfoqué a Georg, quién aún tenía sus ojos y nariz rojos de tanto llorar.

-No lo juzgo, hace diez minutos estaba exactamente igual.- se alzó de hombros. Suspiró varias veces mirando hacia la nada- Prométeme que si tienes una hija la llamarás Tokio.- me señaló, fuminandome con la mirada.

𝐀𝐃𝐃𝐈𝐂𝐓𝐄𝐃 𝐓𝐎 𝐘𝐎𝐔 | 𝘛𝘰𝘮 𝘒𝘢𝘶𝘭𝘪𝘵𝘻Donde viven las historias. Descúbrelo ahora