𝐀𝐃𝐃𝐈𝐂𝐓𝐄𝐃 𝐓𝐎 𝐘𝐎𝐔 | 𝘛𝘰𝘮 𝘒𝘢𝘶𝘭𝘪𝘵𝘻

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Tom's Pov

Me sentía agobiado, Alessa buscaba estar conmigo todo el tiempo por lo que ya no podía pasar ni siquiera una hora a solas con los chicos. Había peleado con Bill y Megan ni siquiera me dirigía la mirada.

-Que te parece si vamos a la playa esta tarde- ni siquiera nos habíamos levantado de la cama y ella ya estaba llena de energía- Deberíamos ir a Santa Mónica.

-Alessa, te dije que hoy debía pasar el día con los chicos- respondí sin interés, tenía mi vista fija en mí teléfono.

-Pero estas son como unas vacaciones- sacudió mi pierna- Vamos, Tom... Megan ni siquiera ha terminado todas las canciones, aún tenemos mucho tiempo.

-No, Alessa- puse mi mano sobre la suya, quitándola de mi pierna y dejándola sobre la cama- Hoy pasaré mi día aquí, si quieres tú puedes ir a un spa o lo que quieras.

-En la casa solo está Megan- y aquí vamos de nuevo...- Solo te importa que ella vuelva a estar junto a ti.

-Tengo muchas cosas que hablar con ella, es solo eso- me levanté de la cama, no lograba descifrar lo que decía su mirada.

-¿Por qué te importa tanto?

-Porque Megan hace parte de mi vida, ella es mi familia.

-Ella solo te desprecia, Tom- se arrodilló sobre la cama, acarició mis hombros- Ella misma lo dijo, ahora eres un desconocido.

-No voy a hablar de esto contigo- me frustraba saber que ella tenía la razón- Ve y conoce la ciudad, yo tengo muchas cosas que hacer aquí.

-¡Agh! - se levantó, empujó mi hombro con fuerza- Está bien, dejaré de hacerte perder tu tiempo. En media hora me tendrás fuera de aquí- azotó la puerta del baño.

Estaba harto de vivir de pelea en pelea con todo el mundo, pero ahora mismo no podía sacar a Megan de mi cabeza, quería hablar con ella, demostrarle que podía volver a ser ella misma conmigo, que aún la amaba.

Salí de mi cuarto, necesitaba prepararme un café lo antes posible para poder sobrevivir el resto del día.
Aún no me acostumbraba a estar aquí, no podía creer que este sería mi nuevo hogar por un muy buen tiempo.

-Buenos días- dije al ver a Megan sentada sobre la isla de la cocina.

-Hola- alzó su vista para mirarme- Ponte una camisa, maldita sea.

-Así he dormido siempre y lo sabes- entré a la cocina, el ambiente se sentía terriblemente incómodo.

-Ajá- bajó rápidamente- No sé ni siquiera que hago hablando contigo.

-Megan, no puedes ignorarme por Siempre- no me sentía con el coraje suficiente para mirarla a los ojos, estaba intentando preparar mi café.

-Si que puedo- se recostó de espaldas sobre el borde del mesón- Saldré está tarde ¿Es mucho trabajo pedirte que respetes mi casa? - negué con la cabeza- ¡Genial! por favor no tengas relaciones en mi sala.

-¿A dónde irás?

-Eso no es de tu incumbencia- era la sexta vez en la semana que me respondía eso.

-Necesito hablar contigo- me atreví a mirarla- Alessa saldrá todo el día y...

-No puedo, te dije que voy a salir- me interrumpió, habló tan rápido que me costó entenderle- No quiero ni necesito tú estúpido tiempo, ya es muy tarde.

-Tú orgullo no te deja ver más allá de mis errores.

-Hasta ahora lo único que haz hecho es cagarla- se encogió de hombros- Lo único que te falta por hacer es regresar a Alemania y dejarnos solos con el álbum.