11⋆

9.1K 805 782
                                    

Y allí estaba yo, sentada sobre su cama, inquieta observando atentamente su torso desnudo, mientras él estaba parado frente a mí, murmurando para si mismo, intentado afrontar todo lo que acababa de pasar.

Mi teléfono vibró dentro de mi sudadera, lo saqué rápidamente creyendo que era alguno de los chicos quien me enviaba mensajes, pero no... Era Nathan, carajo, ya ni siquiera recordaba el haber acordado una cita con él.

¿Estás en casa?

No podía permitirle venir aquí, simplemente no era correcto.

No, salí con Georg ¿Pasa algo?

Observé a Tom, quién ahora estaba de espaldas a mí con la vista clavada en su teléfono, revisé el mío nuevamente.

Solo quería verte un rato ¿Estarás mañana?

Carajo... Me sentía atraída, pero no era el momento para estar con él, sería como abandonar a Tom ¿No?

Vamos Megan, tengo una muy buena propuesta de trabajo para ti.

No sé decir que no.

Ven mañana en la tarde, estaré esperándote.

Tiré mi teléfono sobre el colchón, alcé mi vista, Tom me miraba atentamente en completo silencio.

-¿Estás mejor?- ladeé mi cabeza, analizando todas sus facciones.

-Algo...- se encogió de hombros- Aún no sé cómo tomarme todo esto, pero tampoco pretendo derrumbarme- mentira, estaba mintiendo, no me pregunten por qué, simplemente lo sabía.

-¿Qué piensas hacer? todo esto es muy repentino.

-Quiero despejar mi mente- relajó su cuerpo sobre el sofá- Quiero dejar de pensar un rato, probablemente pase el día afuera.

-¿Sólo?- hice una mueca de confusión.

-Si- asintió- Pasar tiempo a solas me hará bien.

-Si es lo que quieres...- dije no muy convencida. Tom no acostumbra a querer estar solo- Solo te pido que no vayas a hacer una estupidez.

-No soy un niño, Megan- me miró con desinterés.

-Lo sé, pero también sé que no tienes autocontrol cuando estás en situaciones como esta- me levanté de la cama, me acerqué hasta quedar frente a él- No quiero verte mal.

-Estaré bien, créeme- se inclinó para acariciar mis hombros- Confía en mí, solo necesito aclarar mi mente.

-Está bien...- el me estaba mintiendo, lo presentía- Ya es tarde, creo que iré a dormir.

-No- me tomó por los hombros- Quédate, tú presencia me calma.

-Solo por esta noche- le dí una sonrisa cerrada- Vamos a la cama, necesitas descansar.

Sonrió, se levantó rápidamente y se recostó en la cama, haciéndose a un lado para permitirme estar a su lado.

Nuevamente, mi teléfono comenzó a vibrar, lo ignoré por completo, al menos al principio, los mensajes no paraban de llegar.

-Deberías responder ¿No crees?- dijo recontando su cabeza en mis muslos, acariciando los mismos.

Tomé mi teléfono, nuevamente, era Nathan.

Tengo mucho que contarte

Muero de ganas por verte

¿Te gustan las flores?

Tengo dos entradas para el juego del viernes ¿Te gustaría ir conmigo?

Respondí cada mensaje, apagué mi teléfono y me incliné para dejarlo sobre la mesa. Quería estar con Tom sin interrupciones al menos por una noche.

𝐀𝐃𝐃𝐈𝐂𝐓𝐄𝐃 𝐓𝐎 𝐘𝐎𝐔 | 𝘛𝘰𝘮 𝘒𝘢𝘶𝘭𝘪𝘵𝘻Donde viven las historias. Descúbrelo ahora