AFORTUNADA

Capítulo VII

"AFORTUNADA"

Betty se despide de su mamá, toma la bolsa de comida y su pequeña mochila con un cambio de ropa, pijama, articulos personales y sube al taxi que la esperaba, se sentía preocupada por él, y solo deseaba su recuperación, le pareció largo el trayecto hasta su apartamento, llega Betty saluda al portero y enseguida le pregunta si don Armando le marcó pidiendo algo, él responde que no.

Entra Betty al apartamento con las llaves de don Armando que le dijo que se llevara, va a la habitación y las deja sobre su buró, escucha que sigue en el baño...

Se dirige a la cocina y va sacando los recipientes con los alimentos para servirle. Armando al oír ruidos sale y la ve.

Y sin pensarlo se acerca a ella y la abraza fuerte como un niño perdido al que recién encuentran.

A: Betty la extrañé mucho, no vea lo solito que me sentía, que bueno que ya regresó.
-dice en un tono un tanto infantil-

B: ¿cómo siguió?... responde sonrojada y nerviosa ante sus muestras de afecto tan inesperadas para ella pero no quisiera que la soltara.

A: ya no vomité, la diarrea sigue, aunque ya es menos, el dolor aún lo tengo. - por un reflejo se agacha y besa la cabeza de Betty y se separa de ella -

B: con la medicina mejorará. Don Armando ya no debe comer tanto en la calle, tiene que conseguir quien le haga de comer, o si quiere ir a mi casa yo le pido a mi mamá le prepare a diario comida sencilla, pero limpia y muy rica.

Armando al escucharla no puede evitar sentir enoción, ella se preocupa hasta por esos detalles suyos.

A: muchas gracias Betty, ¿sabe? yo me siento muy agradecido con usted, por sus cuidados, sus atenciones, su preocupación a usted la quiero, y esto que ha hecho nunca lo voy a olvidar.

Betty se queda muda ante lo que escuchó... su don Armando la quiere, jamás pensó escuchar eso, pero claro... es solo por agradecimiento.

B: doctor yo lo hago con gusto... ya le dije que quiero ayudarlo, y me alegra saber que va mejorando, porque me preocupa verlo enfermo, lávese las manos y siéntese le voy a servir caldo de pollo con arroz y verduras, además le traje fruta.

A: no se preocupe Betty todo pasará, sí acepto comer porque mire que ya tengo veinticuatro horas sin ingerir alimentos, y me siento muy agotado y cansado.

Betty se pone a calentar la comida y le sirve.

A: ¿no me acompaña a comer?

B: si claro -se sirve y se sienta frente a él, pero siente su mirada y ella se pone muy nerviosa, y no puede comer así con él mirándola- doctor... don Armando coma... se le va a enfriar.

A: perdón... pero... ¿qué se hizo que la veo tan bonita? se ve muy bien... con su pelo así natural.

B: gracias doctor... -dice muy sonrojada-

A: jajajaja -sonríe bajito- no se apene Betty, perdón ya me pongo a comer necesito reponer fuerzas.

Comen y al terminar Armando se va a recostar mientras ella recoge la cocina, guarda la comida y la fruta, enseguida entra a verlo.

B: don Armando necesito cosas del súper mercado no tiene nada, y es necesario comprar pan, jugos, verduras para que coma.

A: sí, pasa que yo nunca como aquí, por eso no tengo nada, ¿ahorita quién está de portero?

B: me dijo que se llama Serafín.

A: mm él es más renuente a hacerme mandados para pedirle que vaya al súper.