Armando prepara el desayuno y se lo lleva a la cama a Betty, que tuvo algunos sobresaltos por la noche, él la abrazaba y le susurraba al oído que todo estaba bien, que se tranquilizara, que estaba con ella...
A: princesa te traigo el desayuno, ándale despierta -dice dándole besos en su cara- ella al sentir abre los ojos...
B: mmm que ricos besos.
A: ¿descansaste? Estuviste algo inquieta en la noche.
B: si dormí aunque me siento muy nerviosa y temerosa, saber que te apuntan con un arma, fue muy impresionante, me paralicé, no pude reaccionar, solo sentí que el corazón se me iba a salir de lo rápido que latía, y mucho miedo, algo que nunca antes había sentido.
A: si me imagino pero... ya todo pasó, gracias a Dios ahora estás en tu casa, estamos juntos, no volverás a estar sola, anda vamos a desayunar, ya me siento aquí en el sillón y te acompaño, tú quédate quietica aquí en la cama...
Betty se deja consentir, se toma el jugo, come fruta, huevo con jamón, y aunque no se termina todo, al menos come un poco, no tiene hambre y no puede comer cuando está bajo situaciones que le causan stress, al tomar los cubiertos se da cuenta que aún está un poco temblorosa... Esas dos noches no hicieron más que dormir abrazados, Armando sabía que no era momento de intentar algo más, era tiempo de acompañamiento, de ser su soporte, su sostén, Betty estaba nerviosa, todo estaba muy reciente.
Armando le preguntó al día siguiente si quería ir a trabajar, si se sentía animada y lista para ir, ella respondió que sí, que el trabajo la ayudaría más que quedarse en casa, se dirigen al trabajo juntos, y Betty ahora si checaba si estaban sus guardias siguiéndolos, Armando le muestra que son los dos autos negros que están frente a la entrada y eso la tranquiliza. Llegan a Ecomoda y coinciden con Mario en el pasillo...
MC: Armando, Betty buenos días. ¿Cómo le fue el Panamá?
A: vamos a la oficina y le explico, princesa cualquier cosa aquí estoy, ¿o si gustas trabajar conmigo en presidencia? puedes hacerlo.
Mario los ve muy cariñosos de la mano así que entiende que el enojo porque se fueron del evento de Marcela ya era historia pasada.
B: ¿Aura María hay algún recado? -dice seria-
AM: no Betty, todo tranquilo.
Sandra que miraba desde su escritorio, mira a Betty y cuando Betty voltea a verla, ambas sonríen y Sandra le alza el pulgar en señal de aprobación por arreglar sus diferencias con Armando, ignorando todo lo que había vivido.
Armando le cuenta a Mario todo lo que le ocurrió a Betty, y este abre los ojos y la boca con gran incredulidad ante lo que escucha.
MC: ¿hermano cómo así? no me diga eso, lo que me alegra es que está bien, pero hombre debió quedarse a descansar.
A: si Mario, no quiso está muy nerviosa, aún tiene sus manos temblorosas, y durmió muy mal, estuvo muy sobresaltada estás noches.
MC: pobre Betty, me imagino el mal rato que pasó. ¿Usted conoce a los tipos esos?
A: yo los ví algún día que la llevé, pero Betty los conoce perfectamente, son sus vecinos ¿Cómo le parece?
MC: no me diga, ¿sus vecinos?
A: si Mario, agradezco tanto la sugerencia de mi papá, ya ve que el en esas cosas es muy especial ¿y cómo no? Muchos empresarios tomaron precauciones desde lo sucedido al reconocido empresario y que fue tan sonado su caso, lo secuestraron y lo asesinaron, ahí reunidos en el club fue que acordaron con Asencio tener custodios todos, incluidos nosotros.
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AFORTUNADA
FanfictionFanfic de la novela Yo soy Betty la fea, de Fernando Gaitán, escrito por mí, Ma Rossa, y no autorizo su publicación por nadie más. Betty estaba cansada de lidiar en el trabajo con su jefe gruñón, en su casa con su padre cansón, quería independizars...