thirteen.

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giay pov's
jueves, concentración.
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—Ay... como la extraño.— Valentín deja caer su mano por el borde de la cama.

—Tenes una dependencia.— Le respondo sin mirarlo.

La amo, es el amor de mi vida.— Se muerde el labio. —Algún día capaz lo entiendas.

No dudo ni un poco que Valentín este enamorado de Agustina, el la ama con todo lo que es, depende totalmente de ella, eso no es lindo pero ellos lo hacen ver asi. Últimamente mi punto de vista sobre su relación cambió, lo que antes veía como dos pibitos enamorados, ahora veo como una relación un poco tóxica y controladora, siendo que Valentín es la víctima. De igual manera, ellos no se dan cuenta, tampoco creo que en algún momento se percate que Agustina es media loquita.

—Ojala con Sami.— Suelto con una sonrisa.

La última vez que nos vimos —En mi casa.— se puso un poco todo incómodo por la presencia de mi mamá.
Gracias a Dios ese día ella optó por no hacer cuestionarios después, fue bastante obvio que era lo que sucedía porque yo tenía toda la boca con un tonito rojo discreto por el labial de Samira.

—La extraño mucho, gordo.— Valen sigue delirando por Agustina.

—Bueno amigo, cerra el orto, ya la vas a ver.— Chisto mi lengua. —Yo extraño a Sami y ni me quejo.

—¡Pero vos no amas a Samira como yo amo a Agustina!

Me doy vuelta en mi cama sin ganas de seguir escuchándolo hablar de Agustina.

Como capitán responsable, —Cosa que obviamente no soy.— tengo que estar más enfocado que los demas en los partidos, por mas de que sea un amistoso como el que tenemos que jugar en dos días contra República Dominicana.

—¿Sabes que? Cuando volvamos le voy a pedir casamiento.— No le respondo a la pelotudez que dice.

No se si seré mal amigo por ignorarlo, pero asi va a estar todo lo que reste del mundial y me quema el bocho.

—¿Que opinas?— Me oregunta con un tono que me da pena. Es charlatán pero es mi amigo al final.

Medio bipolar yo.

—Son muy chicos.— Le digo con total coherencia. —Espera unos años más.

—Pero la amo tanto que quiero casarme ya, vos vas a ser el dama de honor.

Suelto una risa. —El dama de honor, si si.

Me tapo hasta la cabeza, el típico "Vos seguí hablando que te escucho", pero al final voy a terminar durmiendome.

Bah, mientras trato de conciliar el sueño con la voz de Valentín de fondo, empiezo a sentir como si celular vibra entre mis brazos.

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Samira

puede ser que capaz te este extrañando
puede ser eh
capaz q si capaz q no

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Ya esta, con esos mensajes se me fue el sueño.
Seguramente tenga la sonrisa mas de boludo en la cara y todas las mariposas del mundo en mi panza, pero es hermoso que me haya dicho eso.

—... Yo le dije que a nuestro hijo le vamos a poner Roman, igual si llega a ser nena le ponemos Malvina, algo bien argentino...— Valentín sigue hablando.

𝐆𝐎𝐋𝐎𝐒𝐈𝐍𝐀𝐒 ! giay.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora