six.

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—Escucha enfermita.— Valentin le habla a la novia de su mejor amigo con total confianza.

El día del viaje llego, ahora es momento de que Samira haga su parte: Convencer y llevar engañado a Agustin.

Y para eso necesito ayuda de su suegra, o mejor dicho, ex suegra —por ahora.—, ella es la única que puede convencer a Agustin con salir unos días sin preocuparse. Pero claro, no debe decirle sobre el viaje sorpresa.

Ambas acordaron que ella diría que se va de viaje, solo con el papá de Agustin.

—Agarras, lo vas a buscar y trata de llevartelo rapidito ¿Viste? Porque si llegamos tarde al micro se caga todo.— Empieza a explicarle. —Trata de que sea rápido, en serio te hablo Samira.

—No la presiones, Valentin.— Habla Luz apoyada sobre el hombro del recién nombrado. —Lo decís como si fuera fácil convencer a alguien.

—Y... Si se hace rogar mucho chupale la pija y fue.— Dice calmado.

Luz se queja. —¿Que decís enfermo? No digas guarangadas, eh.

Se ríe. —Y si es la posta, amor.

Samira ni bola les da, menos a las pelotudeces que dice Valentin —aunque, mantiene distancia con él por respeto a las inseguridades de Agustin.—, tiene que pensar que excusa puede usar para llevar a Agustin al centro y obligarlo a subirse a un micro.

Mientras camina hacía la casa del protagronista de esta aventura, sigue pensando en como actuar, que decir, y que hacer. Probablemente le salga algo muy espontáneo en el momento, pero siempre hay que tener un plan b.

Aparte, se le escapa un detalle, Agustin debe llevar al menos dos mudas de ropa. Ahora se complica todo.

Ella ya le había dejado una mochila a Luz para que se la cuide, no tiene que preocuparse por eso.

Toca el timbre de la casa de Agustin, bah, la casa de sus papás. Pareciera que se olvido que tiene casa propia.

Escucha a Sugus ladrar cada vez más cerca, indica que Agustin se esta acercando. El ruidito de las llaves la pone nerviosa, se podría decir que las piernas le tiemblan.

—Mi amor.— Dice Agus con una sonrisa coqueta al ver a su novia. No se esperaba su visita. —¿Que haces acá?

—Te caigo de sorpresa, esta vez no estas con trolitas ¿No?— Pregunta refiriéndose a lo que paso esa vez.

Agustin se ríe incomodo, no es algo gracioso recordar eso. —¿Queres pasar y hacerme un allanamiento? Esposame de paso.

Levanta sus cejas. —No te hagas el chamuyero, te vine a buscar para sacarte a pasear un ratito.

La mira con confusión, rarísima esa propuesta según él. —¿A donde me llevas?— Sale de su casa y cierra la puerta con llave.

Samira siente un alivio por dentro, pensó que iba a ser más complicado, pero el tiempo corre y lo tiene que llevar a comprarse ropa, le va a doler en el mercado pago.

—A boludear gordo...— Lo mira de arriba a abajo para comprobar su vestimenta. —Deci que estas bien vestido, imagínate salir todo zaparrastroso...

𝐆𝐎𝐋𝐎𝐒𝐈𝐍𝐀𝐒 ! giay.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora