thirty-five.

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Tira su bolso de entrenamiento en la cama con toda la bronca. Últimamente su rendimiento bajó muchísimo, y no sabe a que se debe.
En lo personal, esta muy feliz con Samira por mas de que este perseguido por la cagada que se mando. Pero mas allá de eso, se encuentra en un momento en el que todo le molesta. Se dió cuenta que tan bien no le caen sus amigos los cuales hace unos meses daba la voda por ellos, es una relación tóxica porque no quiere tenerlos encima pero tampoco quiere perderlos por estar en una crisis. Solo espera que todo esto sea una fase del estrés y que realmente no quiera quedarse solo.

Aunque su subconsciente le hace pensar que tal vez también Samira tenga un poco la culpa, se convirtió en un "Pollera".

Agustina lo irrita, le empezó a generar odio hace poco, la considera una loca de mierda. Y si llega a abrir la boca oara contarle algo a Samira se imagina lo que Agustín es capaz de hacer.
Valentín le parece un pelotudo que se deja arruinar por la novia.
Simplemente es el mal tercio que termina arruinado y por mas de que no quiera siempre termina involucrado en los problemas ajenos.

Y lo peor, es que esta agarrado de un pelo al cual no le da importancia pero en cualquier momento puede quebrar, siendo que Samira se llegue a enterar que antes de pedirse ser su novia se comió a otra. Todo depende de Agustina, y en parte de Valentín para ver como la pilotea. Agustín no quiere saber nada con decírselo a su novia, se autoconvenció de que no era algo tan malo porque todavía no eran nada, y fue un beso sin sentimientos.

Su celular vibra ennsu bolsillo y sus ojos giran al ver se quien se trata.

—Sos un nabo.— Dice Agustina.

En ese momento se le para el corazón, con solo esas tres palabras ya sabe que ella sabe. Eso que lo atormenta cada vez que hay silencio entre el y Samira esta saliendo a flote, ya no hay vuelta atrás.

—Sos un pelotudo Agustín, al menos pensé que vos no eras como el pelotudo de tu amigo.

Agustín esta sin palabras, ella lo va a putear de arriba a abajo.

No hay nadie que odie mas a los hombres que Agustina.

—¿Te pensas que ella es una pelotuda? Encima esa noche me prometiste que nunca le ibas a hacer lo mismo. Sos un sorete. Mereces que se lo diga.

—Eu, no...

—¿No que? Pelotudo, sos un enfermo ¿No sabe ella?

—No.

Escucha el sonido de la llamada al cortarse.

Agustín rasca su cabeza con mucho estrés, vuelve a pararse, por suerte no se cambio la ropa antes de acostarse.

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Golpea sus manos frente la casa de su novia. Intenta mantenerse tranquilo, como siempre. Es algo que tuvo que aprender con los años para no perder la cabeza con cualquier cosa que se enfrente en su camino.

Samira se asoma por la ventana y sin ninguna expresión cierra la cortina. Agustín no se percata de esto pero a los segundos escucha los perros de ella ladrar en señal de que se esta acercando.

—Safaste porque no hay nadie en mi casa.— Dice Samira tras la reja.

El le sonríe, en el camino decidió no decir nada sobre lo sucedido. Y si en algún momento se llega a enterar podrían hablarlo. Todo de habla según Agustín.

𝐆𝐎𝐋𝐎𝐒𝐈𝐍𝐀𝐒 ! giay.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora