—Da, desde que vine no me diste ni un besito.— Le digo de forms tierna mientras acaricio su mejilla, esta acostada enfrente mío. —¿Me das?
—Mh, no.— Se ríe de mi. —No quiero.
No se si sospechar de que ya sabe, o no. Actúa raro, y no se que es lo que pasa ¿Si supiera actuaría así fingiendo demencia, o directamente me rompe la cabeza contra la pared?
—¿Por que? ¿Ya no te gusto?— Actúo un puchero.
—Ay.— Gira sus ojos. —No preguntes eso, bobo.— Me da un beso en el cachete. —¿Vas a salir con Valentín este finde?
—No, no quiero salir, Samira. Quiero quedarme con vos nomas, no tengo ganas de saber de nadie más.
Puede parecer que mi actitud intensa solo es por eso que no quiero que se entere, no es así. Aparte de eso, posta estoy muy estresado y me pongo como un nene chiquito.
—¿Me das un beso?— Vuelvo a preguntarle.
—Dame tu celular y yo te digo si te doy un beso o no.— Lo dice así, tan de la nada. Ya con esto me da todas las señales de que sabe.
No quiero darselo, no oculto nada, solo hablo con ella y Valentín. Pero lo último que hablé con el puede traerme problemas. No hay chances de que pueda borrar aunque sea los últimos mensajes disimuladamente, literalmente estoy entre la espada y la pared, y mi único recurso ahora mismo es usar la típica frase...
—¿No confías en mi?— Pregunto con el ceño fruncido.
Se ríe. —Que hombre que sos.
Es una mini-Agustina, que bronca que tengo ¿En que momento pensé que era buena idea dejar que de conozcan? Agustina es la peor influencia que puede tener una chica. Traumada de mierda.
—¿Me vas a dar o no?
—Un beso te doy a dar.— Intento acercarme a su boca, pero ella pone su mano entre nosotros dos.
—Agustín, de verdad te estoy hablando.— Esta vez lo dice mas impotente.
Me tengo que poner en su lugar. Si yo fuera ella ¿Me gustaría enterarme de mi blca o de otra manera?
—Bueno, pero espera.— Me siento enbel borde de la cama y la miro desde ahí. —Quiero decirte algo.
Samira me imita, sentandose pero en su lugar de la cama.
Yo la miro, aún dudoso de decirle. —Te lo digo porque... No se, ando re perseguido y siento que la cagué.— Se escucha un suspiro fustrado de su parte. —¿Te acordas que me fui a dormir a la casa de Valen y Agus? Salimos de joda y me comí a otra, pero te juro que ni linda era, no sentí nada. Todavía no eramos novios vos y yo, pero me siento muy mal por no decirtelo.
Me clava la mirada, sin expresarse ni siquiera facialmente. El silencio se adueña de nuestro alrededor y yo siento cada microsegundo eterno.
—Sami...
—¿Si no te apretaba asi no me ibas a contar, no?
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—Amigo ¡Encima fue buenisimo porque me subí a la reja después me bajé y se me escaparon unas lagrimitas! Fue hermoso.— Vuelve a contarme otra vez la secuencia de su gol en Boca.
Yo no lo invité, no lo llamé, y hace días no le hablo porque hace días estoy para el orto. Pero mi vieja al notar eso invitó a Valentín. Si supiera que no quiero verlo y que si pudiera lo bloquearia de la vida real.
—Cortala de hablar, posta que no quiero escuchar a nadie.
Valen se queda callado, con el ceño fruncido y con una sonrisa de no poder creerlo. —¿Que te pasa, pelotudo?
—Que estoy de mal humor y seguís contandome como hiciste el gol, ya lo ví. Lo ví en vivo, lo ví en Tiktok, Twitter, Instagram, lo subiste al estado, lo mandaste al grupo, también me lo relataste cincuenta veces desde que estas acá. Quiero silencio.
—Anda a cagar amigo, yo te habré esccuhado miles de veces hablar de tus cosas y nunca me quejé.— Se levanta del sillón. —No se que te pinta últimamente, pero estas re ortiva.
—No estoy ortiva, vos sos un pelotudo.— Me defiendo. —Estoy cansado de vos y de Agustina.
—No nos hables más si estas tan cansado.— Agarra su mochila.
—Eso estoy tratando — Digo sin mirarlo.
—Claro, si total cuando eras un virgo yo era el que estaba ahí atrás tuyo apoyandote para que estes con Samira, o alentandote a encarar minas, pero ahora que ya tenes lo que querés te olvidas de eso ¿No?
—¿No te das cuenta que hace meses que ustedes me vienen llenando la cabeza de mambos que ni me deberian importar o involucrar?
—Como cambias por una piba, hermano...
Asi es como me quedo totalmente solo, sin Agustina, Valentín, y Samira. En menos de una semana me encargué de deshacerme —Intencionalmente o no.— de todas las personas cercanas que tenía alrededor mío y que me hacían un mínimo de compañía, aunque no sea la mejor.
Ahora si, mi rutina va a ser del club a mi casa y de mi casa al club. Sin intermedios, me gustaría que uno de esos sea la casa de Samira, pero me lo merezco por pelotudo.
Y la extraño. La extraño muchísimo, hasta mi mamá se da cuenta que no quiero ni levantarme para ir a entrenar, pero lo hago por obligación y compromiso. Es horrible que mi vieja me vea así cuando me tendría que ver feliz y compartiendo momentos con Sami.
Apenas siento solamente mi presencia en casa decido abrir Whatsapp. Ellla me dijo que me tome mi tiempo para reflexionar sobre lo que hice, y que podía hablarle si necesitaba algo aunque sé que no lo dijo literal. Pero ahora la necesito.
————— oyuelitos♡
sami como estas? podemos hablar?
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ES CORTITO PERO NEVESITABA SUBIR ALGO
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