Aemond Targaryen

588 18 1
                                    

"Es hermoso"

Narradora _____ Stark

La historia de cómo Aemond Targaryen y yo nos conocimos comenzó en un lugar inesperado: un antiguo templo griego que solía ser mi refugio secreto. Era un lugar tranquilo y hermoso, rodeado de columnas de mármol blanco y con vistas impresionantes del mar. Pero lo que hizo que este lugar fuera especial para mí fue el hecho de que era donde me escondía de las burlas y los insultos por tener un ojo de distinto color.

Un día, mientras estaba sentada en uno de los bancos de piedra, escuché unos pasos acercándose. Miré hacia arriba y vi a un hombre alto y guapo, con el cabello plateado y un aire de autoridad. Era Aemond Targaryen, el príncipe de la casa Targaryen.

- ¿Qué estás haciendo aquí? -preguntó Aemond, mirando a su alrededor con curiosidad.

- Este solía ser mi lugar secreto -respondí, encogiéndome de hombros-. Venía aquí cuando era niña para escapar de las burlas por mi ojo de distinto color.

- ¿Tienes un ojo de distinto color? -preguntó Aemond, sorprendido.

Asentí, sintiéndome un poco avergonzada.

- Es hermoso -dijo Aemond, acercándose a mí y mirándome directamente a los ojos.

Fue entonces cuando Aemond se quitó su parche del ojo, revelando un ojo de zafiro y una cicatriz que corría por su mejilla. Me quedé sin aliento al verlo, y no pude evitar acariciar su mejilla suavemente.

- ¿Cómo te pasó eso? -pregunté, con curiosidad.

- En una batalla -respondió Aemond, con un tono sombrío.

Comenzamos a hablar de todo, desde nuestras vidas hasta nuestros sueños y esperanzas. Descubrí que Aemond era un hombre apasionado y valiente, pero también vulnerable y lleno de dolor. Era una combinación fascinante, y me di cuenta de que estaba empezando a enamorarme de él.

- ¿Te gustaría caminar por el templo conmigo? -preguntó Aemond, extendiendo su mano hacia mí.

Tomé su mano, y caminamos juntos por el templo, hablando y riendo como si fuéramos amigos de toda la vida. Pero había algo más entre nosotros, algo que ninguno de nosotros quería admitir: nos estábamos enamorando.

- No puedo creer lo que está sucediendo entre nosotros -dijo Aemond, mientras nos sentábamos en el banco de piedra.

- Yo tampoco -respondí, mirándolo a los ojos.

Nos besamos bajo el sol de la tarde, y supe en ese momento que Aemond era el amor de mi vida. Estábamos juntos, compartiendo nuestras vidas y nuestros corazones.

Pero nuestra felicidad no duró mucho tiempo. La gente de la corte comenzó a hablar de nuestra relación, y pronto todos sabían que Aemond y yo estábamos juntos. La sociedad no nos permitía estar juntos, y tuvimos que separarnos.

Pasaron años antes de que Aemond y yo volviéramos a vernos. Estaba en su lecho de muerte, y yo estaba a su lado, sosteniendo su mano.

- Te amo, Aemond. Nunca te olvidaré -dije, con lágrimas en los ojos.

- Y yo te amo a ti, mi amor. Siempre estarás en mi corazón -respondió Aemond, con una sonrisa débil.

Aemond cerró los ojos y dejó de respirar. Fue uno de los momentos más tristes de mi vida, pero también fue un momento de paz y amor. Sabía que Aemond había luchado por nuestro amor hasta el final, y que siempre estaría agradecida por todo lo que había hecho por mí.

Me quedé en el templo griego durante un tiempo más, recordando nuestro amor y reflexionando sobre lo que significaba para mí. Eventualmente, decidí que tenía que seguir adelante con mi vida y honrar el legado de Aemond.

Pero siempre llevaré a Aemond en mi corazón, como un recordatorio de que el amor verdadero puede superar cualquier obstáculo, incluso aquellos que son impuestos por la sociedad. Y aunque nuestra historia no tuvo un final feliz, siempre estaré agradecida por haber conocido al príncipe apasionado y valiente que me hizo sentir amada y especial, y que me enseñó que el amor no tiene límites.

Después de la muerte de Aemond, pasé mucho tiempo sola en el templo griego. Me dediqué a recordar los momentos que compartimos juntos y a reflexionar sobre lo que significaba nuestro amor para mí. Aemond había luchado por nuestro amor hasta el final, y sabía que era mi responsabilidad honrar su legado.

Poco a poco, empecé a salir de mi caparazón y a reconectar con el mundo exterior. Me hice amiga de algunos de los lugareños y comencé a explorar la isla, descubriendo sus playas y calas escondidas.

Pero siempre había un lugar especial en mi corazón para el templo griego. A menudo volvía allí para meditar y recordar a Aemond, y siempre encontraba consuelo en su belleza y tranquilidad.

Un día, mientras estaba sentada en el banco de piedra donde Aemond y yo nos habíamos besado por primera vez, un hombre se acercó a mí. Era un hombre mayor, con una barba blanca y arrugas profundas en su rostro.

- Hola -dijo el hombre, sonriendo amablemente-. ¿Puedo sentarme aquí contigo?

Asentí, y el hombre se sentó a mi lado.

- Este lugar solía ser un templo para los dioses griegos -dijo el hombre, mirando a su alrededor con admiración-. Pero ahora es un lugar de paz y tranquilidad, donde la gente viene a reflexionar y encontrar la paz.

- Sí, eso es lo que yo hago -respondí, sonriendo.

- ¿Y tú? -preguntó el hombre, mirándome a los ojos-. ¿Qué te trae aquí?

Le conté la historia de Aemond y yo, y cómo este lugar había sido nuestro refugio secreto. El hombre escuchó con atención, y cuando terminé, se quedó en silencio por un momento.

- El amor verdadero es raro y precioso -dijo el hombre, finalmente-. No importa cuánto tiempo dure, siempre es algo que debemos atesorar.

Me quedé en el templo griego durante varios meses más, reflexionando sobre las palabras del hombre y tratando de encontrar mi camino en la vida. Eventualmente, decidí que era hora de seguir adelante, de honrar a Aemond y de encontrar mi propio camino en la vida.

Pero siempre llevaré a Aemond en mi corazón, y siempre recordaré el amor que compartimos en este lugar especial. El templo griego se ha convertido en un lugar sagrado para mí, un lugar donde puedo meditar y recordar a Aemond, y siempre estaré agradecida por haberlo conocido y por haber experimentado el amor verdadero.

//////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////

Povs house of the dragonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora