DAMIÁN
Solo dos semanas. Y ya lo siento como si viviéramos juntos desde hace tiempo, me preguntó si tuve otra vida y la conocí. Obviamente, eso no es cierto.
La Conocí.
Exactamente cuando era pequeña. Todavía la recuerdo, me olía mucho y decía que era bello. Realmente cambio, está tan guapa. Con su cabello largo chocolate y sus ojos verdes.
He podido conocer más cosas de ella más de las que pensé, se que habeces me hago el duro, pero le tengo mucho cariño. Pero es mi esclava, aunque no la trato como Tal.
Estoy caminando con ella por el jardín, al parecer le gusta mucho, veo como sonríe. Me gusta que sonría. ¿Que cosas estoy pensando?
–Conde.–me llamó. Yo la mire .
–¿Si?
–¿Si te hecho agua bendita como dicen en las películas, tampoco morirías?–preguntó.
Yo la mire indignado, las películas cuentan todo mal, dicen cosas que no son, y personas como luz se las creen.
–No, niña. Solo sería como golpearme con un patito de hule.–Ella asintió, es muy curiosa.
–¿Es necesario que tomes sangre de alguien, o no es necesario para que sobrevivas?–yo la mire dudoso, pero finalmente hablé.
–Al mes tengo que beber aunque sea un vaso, si no creo que me moríria.–Bromee.
–Mmn.–Solo asintió.
Entonces me di cuenta de que tenía que arreglar unos asuntos, así que la mire por un momento, sus ojos verdes brillaban.
–Me tengo que ir, Luz.–Ella hizo un puchero casi inexistente.
–esta bien–murmuró.
–Lo siento.–Pero antes de seguir–Te veo en la cena–Prometí.
Debería encadenarla pero al parecer quien tiene cadenas soy yo. Pero esto es importante.
–Hola, Damián querido.–Mire a la mujer que estaba atraves del espejo mágico.
–Hola, Guapa.–Salude.
–Voy dentro de un mes, querido, te extraño tanto y de solo pensar en estar en tus brazos...–Se muerde el labio.
Yo igual, no sabes cuánto.
–Claro, te espero.–y finalizamos la llamada.
Salgo por el pasadizo secreto, me acomodó la corbata que tengo puesta. ¿Cómo le explicaré que tengo a una humana en mi techo cuando vuelva? ¿Cómo reaccionara? Se de antemano que cuando algo no le gusta, hace berrinches.
Entonces escuché un grito. Era luz.
Salí corriendo. Suerte que los vampiros poseemos el poder de la super velocidad. Y cuando la veo montada en la silla con lágrimas en los ojos.
–¡¿Que pasa?!
Ella solo mira al suelo asustada, así que me acerco a ella, la intento de tranquilizar, pero entonces un ratón sale de la cama, yo hago una mueca y Luz se me lanza encima gritando.
–¡Un ratón!–chilla, parece que le tiene miedo a un sencillo roedor.
–Tranquila, solo es.–Y siento sus pechos pegar de mi rostro, y no puedo evitar oler ahí, ella huele delicioso, tanto que me dan ganas de...
La bajó preocupado.
–Luz, solo era un ratón.
–Yo les tengo miedo, siempre lo he hecho.–Murmura mirando al suelo.
–Mandare a qué limpien la habitación.–pero cuando voy a salir siento su brazo agarrar el mío y yo la miro confundido y extrañado, ella nunca me ha tocado siempre ha Sido al revés.
–¿Puedo ir contigo?–Entonces observo cómo sus labios se mueven, tan húmedos y rosados.
–Eh...–miro su cuello y veo como la piel es tan blanca que se notan las venas, la yugular y las otras.
Se me hace agua la boca. Negué. No podía, tengo que salir solo por qué sino , soy capaz de morderla hasta saciarme y no quiero matarla, ni desmayarla.
–No. Luz. En otro momento.–Sali rápido a cazar algún animal o persona.
Con tal de saciar está sed que tengo. Entonces veo a un venado, y saco aún más mis colmillos.
Es momento...
Ya saciado, me regreso con mis sentidos activados. Cuando entró, escucho unos latidos calmados y se que es Luz. Así que voy a mi despacho.
Pero una persona vestida de negro está cerca de mi escritorio. Yo solo paso por su lado como es de costumbre.
–¿Loquito, eh? ¡Préstame atención, carajo!–se quitó la capa Wade mi sirviente más leal, y mi mejor amigo.
–Si, wade te escucho.–suspire agotado.
El solo levanto ambas cejas y yo solo me límite a observarlo Serio.
–¿Con que ahora te dedicás a cuidar humanos, eh?–yo solo rodé los ojos–Recuerda lo que pasó la última vez, amigo.
Yo cerré los ojos, Claro que lo recordaba perfectamente, los humanos son débiles, pero a pesar de ser vampiros nuestros corazones también son muy frágiles, iguales o peores que el de los humanos.
–Ya lo sé. Pero ella es mi esclava, no puedo dejarla escapar.–Expliqué.
–Hare como que te creo.–Entrecerró los ojos–Una pregunta.
Yo lo mire.
–¿Cómo haz podido aguantar, todos los días viéndola, sin querer meterle los colmillos y otras cosas?–Me pregunto entre juguetón y asombrado.
–No tengo ni la menor idea.–me sincere.
–Ya lo imaginaba.–Suspiró–Tengo una carta para ti.
Me entrego un sobre. Y luego el se fue, el es así, no dice adiós, ni hasta luego. Solo se va.
Bueno, hay algo que tengo que decir. Soy un vampiro, he estado controlando mis instintos más primitivos las últimas semanas, por no he podido dejar de pensar en como sería la sangre de luz, en como sería tocar su piel y...
Si.
Es normal tener pensamientos lujuriosos, pero últimamente me están atacando más, ojalá el tiempo pasa pronto y ella llegué, por qué si no no se que soy capaz de hacer.
Quiero a Luz.
La quiero, pero ella es humana. Y también la deseo, pero asumo que es por qué tengo muchas ganas de beber sangre últimamente.
Al final, para distraerme, abro la carta. Lo que dice en ella me deja un tanto pensativo.
Del principe heredero Grason:
Querido, primo Damián...¡Hace tanto que no te escribo! Aunque solo quería saludarte. Mi familia dará un banquete el fin de año, estás invitado, se requiere de tu presencia, pues no podremos completar el acto sin ti.
Te desea un feliz día, tu primo Grason.
Cierro la carta.
Que frustrante.
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Me volví la esclava de un vampiro
RandomLuz Gallardo. soy yo. soy suuuuper divertida, mi vida es normal, pero por culpa de una escena extraña en un callejón, mi vida toma un giro de noventa grados. ¿que harías si un vampiro se está alimentando de un humano y tú lo ves? ¡obvio que correrás...