capitulo 7

32 1 0
                                    

Damián me ignoraba.

Si.

Lleva alejado de mi desde lo que pasó en su habitación. No lo entiendo. Cuando lo conocí el era frío, pero su frialdad conmigo no duró nada, quiero creer que fue por mi excelente personalidad.

Pero ahora han pasado tres días, y me preocupa que no me hable, además estoy muy aburrida, y voy a confesar, que a pesar del poco tiempo que llevo aquí en el castillo, siento mucho cariño por el.

Su mirada hacia mi ahora es fría.

No me mira como antes.

Solo lo hace con desaprobación...

Me levanté de la cama y Camine hacia la ventana. Ví el tiempo que había. Era soleado, fresco. Bueno para un paseo.

Ya no me voy a preocupar por el conde. Voy a disfrutar, lo voy a ignorar, no lo miraré, ni siquiera cenaré o comeré en eso mismo lugar en el que el esté.

Salí de la habitación, sigilosa. Cuando llegue a la sala el estaba ahí sentado, pero cuando se percató de mi presencia, me miró frío. Sentí un poco de dolor.

Y levanté mi mirada fría e inexpresiva, extraño en alguien como yo, que siempre ando sonriendo. Damián me miró con un brillo de confusión en los ojos.

Pase por su lado, sin verlo. ¡Eso Luz, eres genial! Pero cuando estuve a punto de salir su voz resonó por toda la habitación.

–¿A dónde vas?–Su tono era demandante.

–A dar un paseo.–Conteste.

–¿Sola?–preguntó.

Finalmente lo miré, ahora sí se digna a hablarme. Lo mire con los brazos cruzados, indiferente.

–¿Acaso ves a alguien a mi lado?

El negó.

–Entonces, estoy sola. ¿Puedo irme?–lo mire fría.

–No, tu no sales a ningún lugar sin mi permiso.–Decidió serio. Yo lo mire asombrada, pero luego puse una expresión neutral.

El es mi amo, por lo tanto tengo que obedecer. Pero, lo voy a hacer a mi manera. Empecé a caminar hacia mi habitación.

Cuando llegue, me senté molesta en la cama. ¡Este vampiro si que es insoportable! Pero no voy a caer en sus provocaciones.

Cuando llegó la hora de la cena no baje, le pedí a una de las sirvientas que me trajeran la comida a la habitación, no pienso verle su estúpido pero bello rostro, frío y seco.

🦇🦇🦇

Han pasado tres estúpidos días y juro que casi me va a dar algo, Damián no hace nada. Solo me ignora y yo también lo ignoro. Pensé que el al ver que yo lo ignoraba iba a correr a buscarme, pero siempre soy una estúpida.

Busque un vestido de tirantes Verde, me me llega por encima de las rodillas y el volado de las caderas para abajo. Me miré con aprobación mi atuendo. No he salido en tres días, hoy salgo por qué sí, nadie ni siquiera EL me lo va a impedir.

Salí al pasillo, caminé hacia la puerta y entonces una sirvienta me vio, y se iba a acercar.

–¡Señorita, no puede salir!–se acercó pero yo salí corriendo de la casa.

Nadie me va a impedir que salga.

En ves de quedarme siendo prisionera de ese vampiro. ¿Por qué no me voy mejor a otro país? Si, muy bien.

Cuando ya salí de los límites de el castillo, me metí por un bosque que milagrosamente estaba conectada a un pueblito.

Entonces empiezo a caminar, pero un chico se me acercó curioso y yo solo sonreí.

–¿Vienes del castillo?–yo lo mire confundida pero por alguna razón no dije la verdad.

–No, vengo del bosque.–Señalo el lugar–¿Ese castillo es muy peligroso?–lo miró curiosa.

El chico de de dieciséis años me miró asintiendo.

–El hombre que vive en ese castillo, dicen que es un psicópata.–Hace una cara graciosa–No sale de ahí, muy pocos son los que lo han visto, el es tenebroso.

Claro que es un psicópata. Luego solo le pedí información para ir a un lugar que me gustaba mucho.

¿Por qué dicen que es tenebroso? Parece que Damián es el centro de atención de este pueblo, luego de que salí del pueblo tomé un auto y llegué a la  ciudad.

Ya en el lugar que quería ver, me quedé paralizada al ver a mi padre con una mujer y un niño pequeño. Yo no podía moverme solo los miré, cuando el me miró abrió los ojos desmesuradamente, el estaba asustado. ¿Porque?

Me acerque a ellos, la mujer y su hijo me miraron serios, pero yo ví a el hombre directamente, quería hablar con mi padre, pero el no me veía de buena manera.

–¿Que haces aquí?–soltó de mala gana.

–Papá quería hablar contigo, tengo algo muy importante que preguntarte...Y yo...–pero algo paso el me empujó.

–¡Vete de aquí! ¡Yo no soy tu padre! ¡Por culpa de tu madre tuve que soportar estar con una niña que no era mi hija!–su mujer lo jalaba y el solo me seguía gritando.

Las lágrimas salieron como cascadas. ¿El no era mi padre? ¿Entonces fingió quererme? ¿Fingió todo lo que me dijo antes?

–¿Estarás conmigo siempre?–lo abracé.

El me abrazó y me beso la cabeza.

–Claro, mi bebé. Eres mi niña favorita en el mundo.

Yo miraba a ese hombre, la mujer lo llevo a su casa pero no me fue imposible ignorar el grito de rabia y asco que me lanzó antes de irse.

–¡¡VETE!! ¡¡MOUNSTRO!!

¿Ese era mi padre? ¿Lo era? ¿Entonces quien lo era? La mujer de mi padre se me acercó, me miró triste.

–Disculpanos.–yo la mire con una sonrisa forzada.

–No fue tu culpa–me levanté del suelo, las piernas me temblaron–Por lo menos ahora se que mi padre, nunca fue mi padre realmente.

–Se que no nos conocemos, déjame presentarme, soy Daysi.–yo asentí, que mujer más amable–Si te conforta, puedes venir cuando quieras.

Yo solo asentí.

Empezó a llover, pero yo seguía caminando, hasta que mi ropa se pegará a mi cuerpo, hasta que mi cuerpo temblará de frío.

Hoy me enteré de muchas cosas, y cometí varias estupideces.

Una, me enteré de que no soy hija de el que creí que era mi padre.

Dos, no hay nadie que me quiera en este mundo..

Y tres, escape de el castillo, sin permiso de Damián, solo para ver a mi padre falso.

Damián. El está molesto, ¿No? O ¿Estará preocupado? Negué internamente, no lo creo, y menos después de como me ha tratado estos días.

Me siento en una acera, aún sigue lloviendo, pero estoy tan cansada, solo cierro mis ojos un momento, pero ese momento se convierte en minutos, y luego Horas y luego un sueño profundo.

Me volví la esclava de un vampiro Donde viven las historias. Descúbrelo ahora