capitulo 3

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No sé que es pero siento que tengo que escapar de este lugar, mire a los lados lo único que veo es oscuridad, y luego unos brazos fuertes. Para después clavarme unos colmillos en mi cuello.

Chillé.

–¡¡Déjame!! ¡¡Sueltame!!–grité asustada.

Entonces como si fuera arte de magia, entra el conde Damián, o como se llamé, con rostro serio. Yo solo lo ignoró y respiro agitadamente.

–¿Una pesadilla?

Yo solo asentí.

–¿Que soñaste?–parecía interesado, así baje la cabeza un poco y susurré.

–Que me mataban–mire mis manos que temblaban, el se acercaba–Unos colmillos en mi cuello...–se detuvo, y yo lo mire asustada–Y mi sangre ser succionada por su boca.

El apretó la mandíbula.

–No te preocupes por esos sueños estúpidos.–Parecia preocupado, pero la realidad era otra–Intenta no gritar que no dejas dormir a las personas en este lugar, y con personas me refiero a mi.–Empezó a alejarse.

–¡Vampiro de mierda!–Murmuré muy bajito. Pero al parecer el condenado tenía un oído super avanzado.

–¿Que dijiste?

Sonrei inocentemente.

–¡Que pase buenas noches, conde Damián!

Solo me miró y se fue.

¿Esté tipo es bipolar o que? Primero quiero tratarme bien, luego es grosero, frío y estúpido. Me volví a acostar. Tengo que escapar de aquí, si quiero ser normal.

No serás normal aunque vivas en otro planeta.

Gracias cerebro yo también te quiero. Me levanté de la cama silenciosamente. Porque si me escuchaba el estúpido del "conde" es capaz de matarme.

Agarre las cadenas y las mire frustrada, si no las tuviera en todos lados, fuera mas fácil de escapar. Entonces sin poder hacer nada. Me empecé a preguntar que hacia mi hermana.

Follando con el chico que te gustaba, Luz.

¿Tenías que ser tan explícito, cerebro?

Chica, sal de ese estado de estupidez. ¿No ves que un vampiro guapo te ha secuestrado? ¡Aprovéchalo!

¡Vete a la mierda, cerebro!

Tendrás que venir conmigo, recuerda que soy parte de ti.

Mao debe estar disfrutando, ella siempre me ha quitado a todos los chicos que me gustan, y soy la mayor, pero ella tiene más cuerpo y es más atractiva.

Entonces se me ocurrió una idea, me dirigí a la puerta, prácticamente de puntillas, y gire el pomo de la puerta lentamente.

¡Por favor!

Y se abrió.

¡Si!

Salte emocionada. Pero luego me centré en lo que estaba haciendo, jale las cadenas con toda mi fuerza, lo bueno es que no son tan pesadas como un elefante, pero lo son. Empecé a arrastrarlas lentamente para no provocar ningún ruido, intenté caminar rápido por los que parecían interminables pasillos. La cadena de mi cuello me molestaba.

Entonces busque las benditas llaves. ¿Porque deben tener unas llaves, no? Salí por el pasillo lentamente, me imagino que esas llaves deben estar en el despacho de don vampiro.

Abrí puertas lentamente, pero no encontré un lugar adecuado, y entonces ví un llavero en un cuarto, y el lugar solo estaba lleno de llaves. Que raro.

Empecé a probar. Tenia que hacerlo rápido. Y luego de cincuenta intentos rápidos, ví una llave que tenía un corazón y no se porque esa me llamaba la atención.

Y la probé .

Y las cerraduras de las cadenas se abrieron, me las quité y salí volando prácticamente a la puerta principal, cuando la abrí, sentí que era libre y corrí emocionada.

Pero entonces...

–¿A dónde crees que vas, luz?–¿No estaba dormido? ¡Mierda, verdad que los vampiros no duermen!

Me eche hacia atrás. Pero el me agarró de un brazo y me estrelló contra un árbol, chillé del dolor.

–¿A dónde ibas?–Exigió, sus cejas estaban fruncidas al máximo y sus colmillos brillaban–¡Respóndeme!

–A casa.

–¡Tu eres mi prisionera! ¡Ya no tienes casa! ¡Eres de mi propiedad!–Me levanto y me colgó como un saco de papas sobre su hombro.

–No, por favor, déjame escapar.–Llore y grité. Pero el no me vió, ni me escuchó.

Entonces me metió en una habitación diferente a la de antes, no había ventanas, ni nada cómodo.

–Aqui aprenderás la lección–Gruñó, mientras me lanzaba en la cama–No, saldrás de aquí, hasta que yo lo diga.–y se fue.

Me senté en la dura cama, parecia que estaba hecha de piedra, pero entonces una voz me habló.

–¿En serio quieres regresar?

–¿Quien eres?–busque por la habitación, pero no había nadie.

Pero decidí seguirle el juego.

–ellos no te extrañan.

–Eso no lo sabes.–Espeté molesta.

–¿Ah, no? ¿Quieres ver cómo tú hermana celebra que te perdiste, mientras se acuesta con todos los chicos que te gustaban?

Me callé.

–Te llevaré para que tú misma lo veas.

Entonces siento como me transportó a otro lugar, ¡Mierda, me mareé!

–Mira.–Ordenó la voz.

Y lo hice.

Ahí estaba Mao, abrazada del chico que me gustaba, mientras el la tocaba, y tuve ganas de vomitar. Pero no me dolió por qué nunca quise a ninguno de esos chicos en mi vida realmente.

–¡Que bueno que la estúpida de mi hermana se perdió o se murió!–murmuró alegre–¡Que alegría!

Yo sentí que mi garganta ardía por la ganas de gritarle que era su hermana. Pero me callé no era necesario.

–¿Sabés lo que dijo mamá antes de morir?–El chico negó y siguió tocandola, yo quería gritar–Que la odiara, por qué por culpa de ella es que tenemos problemas.–Me puse pálida–¡Pero que bueno que ya no está!

–¿Viste?

–si.–me sequé las lágrimas–Ya lo entiendo, ni siquiera se porque quiero regresar a un lugar donde solo causó problemas, tengo que aceptar mi destino–Respiré–El cual es ser una esclava de un vampiro.

Entonces regrese a la habitación donde el conde me metió, y la voz no apareció de nuevo, ¿Quien será que me habló? Pero no le puse mucha importancia, por qué ahora sabía que tenía que hacer.

No intentaré escapar. Creo que debería acostumbrarme, además el conde Damián a pesar de que es un vampiro, da miedo, es frío y ha matado a personas, no creo que me vaya a matar...

Ahora la pregunta es...¿Por qué soy la que trajo todos los problemas?

Me volví la esclava de un vampiro Donde viven las historias. Descúbrelo ahora