capitulo 6

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LUZ

Llevo exactamente tres semanas aquí, pero me siento un poco inservible, por qué, si, se que soy su prisionera (aunque no lo parezca) ¿Debería ayudar en algo, no?

Alce la cabeza pensativa, estaba sentada en el pasto, pero me levanté con expresión decidida.

¡Ya se! ¡Voy a preguntarles a las sirvientas si me pueden dar un trabajo!

Caminé rápido por los pasillos, pero antes de entrar al lugar donde estaban todas los sirvientes, escuché algo extraño.

–¿Que pasará con la humana?

–¿Por qué lo dices?–Preguntó otra.

–¡Ya lo sabes, tonta!

–Ah, si. Pobre. A pesar de que la chica es alegre, pero tú sabes que...

Igualmente no entendí ni un pepino, así que entre en el lugar sería, mire a todos.

–¿Dónde está la jefa de sirvientas?–Pregunte sería–Necesito hablar con ella.

Una chica de unos veinte años dió un paso al frente.

–Soy yo.

–Ven conmigo.–Asintió.

Cuando salimos, fuimos a la sala, un silencio se hizo.

–Necesito pedirte algo.

–Si piensa escaparse no cuente conmigo.–Yo la mire indignada, después de tres semanas aquí, todavía desconfian de mi.

–No, es eso.–me miró sin entender–Quiero un trabajo.

–¿Eh?–Parpadeó confundida.

–Un trabajo. Que me lo asignes, por favor.–Todavia me miraba raro y yo sonreí un poco nerviosa.

–¿El señor lo aprobó?

Bueno, de aprobar, aprobar, no. Pero una mentirita no hará daño, ¿No?

–Si. Me dijo que estaba bien.–Sonreí para calmar mis nervios o mi mentira se iba a notar.

–Pues, está bien.–se levanto haciendo una seña para que la siguiera–Vamos.

🦇🦇🦇

Ya me asignaron un trabajo. Y es limpiar con una escoba todas las habitaciones. ¡Yupii! ¡Un trabajo!

Entonces empiezo a limpiar, pero entonces me toca limpiar la del señor vampiro. Así giró la perilla y cuando veo las luces apagadas, las enciendo.

¡Vaya! La habitación del conde Damián, es igualita a como me la imaginé, lúgubre, oscura y tenebrosa.

Y pensé en chismosear un poco, pero después me regañe, no es correcto revisar las pertenencias de tu amo, tu amo vampiro guapo.

Entonces si olor llegó a mis fosas nasales, Casi alucino por culpa de ese olor Tan exquisito. Pero luego reaccionó. Y empiezo.

Pero cuando voy hacia el tocador, veo un murciélago, asustada agarro la escoba, al don vampiro no le va a gustar que un murciélago este en su habitación, así que...

–¡Toma!–le di un golpe que lo despertó.–¡Oh, no. No escaparas!–le volví a dar.

El animalito parecía asustado y cuando le di otro golpe calló al suelo. Y sonríe satisfecha, ahora solo tengo que sacarlo.

Me acerque al animal chupasangre que estaba muerto o inconsciente. Una de dos. Y entonces ví que tenía la lengua afuera, y se veía lindo y gracioso.

No, tengo que matarlo.

Me volví la esclava de un vampiro Donde viven las historias. Descúbrelo ahora