¿Por qué Damián... está?
Una rubia estaba besándose con Damián desenfrenadamente, yo los ví juntos y se me arrugó el corazón, dolía...¿Quien era ella?
Damian se percató de nuestra presencia y se separó lentamente de la rubia, para mirarnos a wade y a mi con el ceño fruncido.
Entonces la mujer rubia muy guapa, saludó a wade y después se me quedó viendo, tanto que me incómodo.
–¿Amor, quien es está?–Pronunció la rubia. ¿Amor?
Me sentí mal. Ellos tenían algo, ella debe ser la mujer con la que hablaba ese día. Apreté los labios.
–Ella es luz, mi esclava.–le dijo el a la mujer, y yo sentí un vacío horrible en mi corazón.
¿Esclava? ¿Eso era lo que era para el? Sentí unas tremendas ganas de llorar y desaparecer.
La rubia puso una cara fea, viéndome molesta.
–¡¿Esclava?! ¡Cuando hablamos no me dijiste nada sobre una esclava! ¡Y menos que era humana!–chilló.
–Juliette, cálmate.–Le agarró la mano suavemente, así que sin mirarme me ordenó–Luz, ve a tu habitación.
Yo solo me di la vuelta rápidamente, cuando estuve en el pasillo salí corriendo hacia mi habitación. Cuando entré me lance en la cama.
Metí mi rostro en la almohada, está se terminó empapándose con mis lágrimas.
Juliette. Juliette es la pareja de Damián, el nunca dijo nada sobre ella, nunca la mencionó y yo me estaba haciendo ilusiones con el como una tonta, y para el solo soy una esclava.
Mi pecho ardía con cada respiración que tomaba, me sentía vacía, triste y Solá.
–¿Pensaste que era tuyo?–otra ves esa voz.
–No se que pensé.–dije sincera.
–El no es de ella, pero tampoco es tuyo.–no lo entendí. ¿Otro acertijo?
–¿Que significa eso?
–Todavia no es el momento.
Y no escuché más a esa voz. No es de ella pero tampoco es mío. ¡Vaya un acertijo raro!
Cómo no quise bajar le pedí a una sirvienta que me trajera la comida, no quería verlo con ella. No quería estar aquí, solo quería desaparecer.
Después de un rato la puerta de mi cuarto se abrió de repente por la que era novia o pareja de Damián, esta se me acercó rápido y me apretó el cuello, yo abrí los ojos asustada.
Está se acercó a mi mostrandome sus colmillos.
–Mira, humana.–Me apretó más el cuello y sentí que me ahogaba–Damián es mío, solo mío, ¿Entendiste?–Sentí varías lágrimas resbalar por mis mejillas, Juliette se acercó y me las limpió bruscamente–Deja de llorar o te morderé hasta que te desangres.
Deje de luchar. Era preferible esto a la muerte, me quedé quieta aún sintiendo que me faltaba el aire. Mire a la puerta esperando a que Damián apareciera pero nunca lo hizo.
Juliette se burló:
–¿Esperas que venga Damián?–Yo cerré los ojos, me estoy ahogando–Pues, no lo pienses, el salió de la mansión hace un rato.
Cuando dijo eso abrí los ojos lentamente con la poca fuerza que me quedaba, ¿Salió? Eso significa...eso significa...
Que estamos solas.
Mi corazón latió rápidamente dentro de mi pecho. Las lágrimas empezaron a acumularse mientras veía como está mujer vampiro acababa con mi vida.
¡Damián!
Entonces como si de repente sintiera algo, Juliette se levantó con rostro serio mientras miraba a la ventana y yo aproveché de respirar ahogadamente, está se acercó a mi y me susurró mientras ponía una cara siniestra:
–He ordenado que no se te de comida, luz.–Sentí un escalofrío cuando sus ojos miraron mi cuello, y me lo tape con la mano–No quiero que mientras estés aquí causes problemas, ¿Entendido?
Yo solo asentí sin poder hacer nada más, Juliette salió y yo aproveché para toser fuertemente, me agarre la garganta con una de mis manos intentando aliviar el dolor que provenía se está pero fue imposible. De mis ojos bajaron lágrimas que cayeron en la cama.
Cerré mis ojos triste y dolorosamente.
Damián, ¿Por qué no me dijiste antes que tenías una pareja? Así no me hubiese ilusionado contigo. Apreté las sábanas entre mis dedos. Y lo peor de todo es que...
Todo lo que pasó me hizo darme cuenta de que estoy enamorada de Damián.
Sentí mi pecho comprimirse ante tal revelación. ¿Por qué ahora? ¿Por qué tengo que darme cuenta de esto? Me levanté como pude de la cama y me adentré en el baño.
Al hacerlo me miré en el espejo. Mis ojos se abrieron al ver el gran moretón que tenía alrededor de éste. Me pasé la mano por el mismo sintiendo dolor al contacto. Me quité la ropa y me metí en la bañera.
Damián no me habla. Y mucho menos lo hará ahora que está su pareja aquí. Sentí una punzada en el pecho. ¿Tendré que ver cómo se besan y se abrazan todo el tiempo? Me puse mis dos manos en la cara para intentar calmar el dolor que sentía.
Y entonces recordé después de que lo conocí como el me ayudó a bañarme el segundo día en que nos conocimos. Cómo tocó mi piel, como se sintieron sus manos en mi cabello. Cuando abrí los ojos sentí la cara caliente. Aún aunque yo me haya dado cuenta de lo que siento por Damián el no siente lo mismo por mí, solo me queda admirarlo de lejos. Cómo he venido haciendolo por varios días.
Salí del baño y me coloque mi bata se dormir. Al acostarme sentí un rugido, baje la cabeza y mire a mi estómago. Para luego darle unas cuantas palmaditas cómo si así pudiera calmar el hambre que tenía.
Ayuno 1– estómago 0
Después de un rato empecé a sentirme sonmolienta, me arrope con las sábanas, sintiendo un poco de frío, que me hizo acurrucarme contra las mismas.
Unos pasos se escucharon en la puerta de mi habitación, pero por algún motivo me sentí muy relajada, tanto que se me hacía difícil moverme, la persona que estuvo detrás de la puerta la abrió y yo cerré mis ojos.
¿Quien será? ¿Que quiere? ¿Es Juliette?
Pero unas caricias me hicieron saber que no era ella, la verdad no sabía y tampoco podía distinguir quién era, solo se que el sueño ganó la batalla.
–Eres tan preciosa, mi luz.
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Me volví la esclava de un vampiro
RastgeleLuz Gallardo. soy yo. soy suuuuper divertida, mi vida es normal, pero por culpa de una escena extraña en un callejón, mi vida toma un giro de noventa grados. ¿que harías si un vampiro se está alimentando de un humano y tú lo ves? ¡obvio que correrás...