De Sombra a Luz 3 Resplandor

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Cinco años después del Blip...

Yisab.

-Aqui estas!- dije agachándome bajo la mesa haciendo que Morgan soltara un pequeño grito y saliera corriendo mientras reía, la perseguí por la sala mientras nos lanzábamos las almohadas de los sillones, la hija de Tony era la niña de 4 años más dulce del mundo, ella llenaba nuestras vidas de alegría y al estar a su lado lograba llenar ese enorme hueco que tenía desde hace cinco años.

-No corran dentro delincuentes- nos dijo Tony pasando a nuestro lado al tiempo que yo atrapaba a Morgan y le hacía cosquillas riéndonos.

-No papá!- dijimos al mismo tiempo, Tony negó con la cabeza como siempre hacia y caminó a la cocina donde Pepper estaba, me puse de pie con Morgan sobre mi espalda.

-Ya tengo que irme- les dije entrando a la cocina.

-No, no te iras- me dijo Morgan con la voz más dulce de todas mientras apretaba sus pequeños brazos a mi cuello.

-Debo ir a ver a los niños- le dije pegando mi rostro al suyo.

-Ellos no son tus hermanos y yo si- me reclamó haciéndonos reír, era demasiado inteligente para su edad.

-También iré a ver a Mike, él te agrada y seguro que tiene algo nuevo que contarme- le dije sonriendo pero ella negaba con su cabeza sin soltarme.

-Yis ayuda a los niños nena, ya te lo expliqué- dijo Pepper acercándose a nosotros para tomarla en sus brazos y bajarla de mi espalda.

-Y seguro regresará hoy ¿no es así?- preguntó Tony, pasaba varias noches con ellos y mi presencia comenzaba a ser una costumbre.

-Hoy no- le dije acercándome a Morgan para acariciar su mejilla -Es día de reporte con Nat-

-Y Rogers tiene tres dias sin verte- dijo Tony poniendo los ojos en blanco, me reí y negué con la cabeza acercándome a él -Parece que no ha dejado al niño ¿verdad?- me preguntó.

-Mike está mejor, solo fue un resfriado pero Steve no ha querido dejarlo y yo no puedo estar mucho tiempo con él- le dije jugando nerviosa con mis manos.

-Es lo mejor mocosa- me dijo Tony relajado -Tienes que desapegarte de ese niño, no puedes tenerlo en tu vida tanto tiempo y además sabes que tienes que soltarlo- me decía ahora con seriedad, Tony, Steve y las mujeres encargadas del albergue donde Mike vivía me habían pedido mantenerme alejada un poco pues el pequeño y yo estábamos demasiado unidos, tomaron la decisión cuando habían tenido que llamarme en la mitad de una noche pues Mike no dejaba de llorar y pedir verme, lo que a mi me había parecido una muestra de amor para Tony fue preocupante, mi apego al niño no era lo mejor pues podría convertirse en un punto muy débil para mí, Steve parecía controlarlo más así que se encargaba de Mike la mayoría de tiempo, Tony se había preocupado demasiado cuando miró los ojos y el rostro del pequeño niño de 9 años, sabía que me recordaban a James y él quería ayudarme a dejarlo atrás por lo que se empeñó en apoyar a todos para separarme un poco de él.

-Me alejaron de él por nuestro bien y tú eres el quiere que tenga un hijo con Steve, Mike podría serlo pero te parece peligroso para mi, francamente no te entiendo- le dije mirándolo relajada.

-Ese niño puede tener familia en algún lugar y si alguien te lo quitara los dos se volverían locos, si fuera de Rogers no tendrías ningún problema de reclamación- respondió.

-Mike me necesita y no hemos encontrado a nadie de su familia- le dije.

-Deja de engañarte, tú y yo sabemos de dejaste de buscar desde hace mucho tiempo- reclamó, agaché la mirada sonriendo, aún buscaba a la familia de Mike pero Tony tenía razón en una parte pues mis búsquedas se habían limitado demasiado por mi propio gusto.