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Jeongin intentaba calmarse para que su cola y orejas de zorro desaparecieran pero no había caso.

—Maldita sea—tomó ambas orejas de zorro y se las acarició con frustración.

El ruido de hojas romperse lo alertaron, agudizó su olfato pensando que podría ser Jisung pero el aroma era desconocido. Olía a lavanda.

—¿Quién eres?—le preguntó sin darse vuelta aún tomando sus orejas.

—¡Oh! ¡Eres de verdad un gumiho!—la emocionada voz del desconocido lo confundió por completo, nunca había recibido tanto entusiasmo de una persona al saber que era un zorro de nueve colas.

Se dió vuelta y el chico le sonrió qué hizo creer a Jeongin que estaba mirando el mismísimo Sol.

Creía que en su vida había visto a alguien tan brillante luego de Jisung.

Aunque se dió cuenta de que había tardado demasiado en responder se sonrojó.

—S-sí, eso soy—alejó sus manos de sus orejas y ladeó su cabeza aun confundido.

—Yo me llamo Lee Yongbok, soy del reino elfo de Tansy—se acercó haciendo una reverencia y luego le extendió la mano en otra forma de saludo—. ¿Cuál es tu nombre?

—¿No te doy miedo?—le preguntó confundido.

Yongbok ladeó su cabeza confundido.

—¿Por qué me darías miedo? Eres muy tierno.

Jeongin abrió su boca para decir algo pero la cerró.

Esa hada era rara.

—En general mi especie les causa terror a otras especies.

Yongbok parpadeó y luego rió.

—No escuchó ni leo mucho de esos rumores, no te preocupes—volvió a extender su mano en forma de saludo.

Jeongin dudó en tomarla pero el aroma del rubio no parecía decir que tenía malas intenciones ni miedo. Tomó la mano que se le ofrecía e hizo una pequeña reverencia igualmente.

—Soy Yang Jeongin—le sonrió con suavidad y más confianza.

—Eres muy lindo, Jeongin—le sonrió con emoción y acercó una de sus manos a las orejas del contrario. Jeongin las bajo de forma inconsciente hasta pegarlas a su cráneo—Oh...—soltó con decepción—tenía curiosidad para ver si eran tan suaves a cómo se veían.

—Oh, lo siento, fue una respuesta inconsciente de mi cuerpo—se disculpó agachando un poco su cabeza para que el contrario pudiera acariciarlas.

Yongbok se volvió a emocionar y las acarició con delicadeza.

Enchanted | ˢᵉᵘⁿᵍⁱⁿDonde viven las historias. Descúbrelo ahora