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Los cuatro amigos, los licántropos, el brujo y el príncipe gumiho, fueron recibidos por los guardias reales del reino humano, los recibieron.

—Un gusto, majestades. Bienvenidos al Reino Humano—un guardia real hizo una reverencia—. Los reyes se presentarán enseguida.

—Muchas gracias—el joven gumiho hizo una respetuosa reverencia siendo seguido por sus acompañantes.

Los condujeron a la entrada del gran castillo donde dos personas lo reciben.

—Un gusto por conocerlo, príncipe Jeongin. Líderes de la manada Bahng—la mujer que denotaba por todos lados ser la reina se inclinó ante ellos, junto al rey.

Los invitados hicieron lo mismo y Jeongin sintió como su corazón se agitaba por la emoción.

—El gusto es nuestro—habló Bahng.

—Espero que su estadía sea amena y aprendamos de las costumbres de ambas partes—habló esta vez el rey con una amable sonrisa.

—Eso sería muy lindo—sonríe Jeongin.

Los reyes sonríen por lo tierno que es el joven gumiho.

—Bueno, no los retrasamos más, pueden ir a sus habitaciones para que descansen. Los sirvientes los escoltarán—ambos reyes se despiden y los chicos hacen una reverencia.

—Por aquí—apareció un hombre y comenzaron a seguirlo.

Jeongin veía encantado el castillo, ya que nunca había visto uno como ese.

—Cierra la boca que te entraran moscas—Changbin tomó la barbilla del menor y la cerró.

—Pero Changbin-hyung, esto es precioso—siguió admirando el lugar provocando una risa en los licántropos y el humano.

—Esta es la habitación del príncipe—mencionó el sirviente. Jeongin no lo escuchó por estar concentrado en la arquitectura del pasillo.

Jisung le pegó levemente en el brazo para que reaccionara.

—Ah, sí—sus mejillas se sonrojaron y le agradeció al sirviente con una reverencia y entró a su habitación.

—Espero que nunca cambie—sonrió Chahn y Changbin asintió.

—Es un solcito que hay que proteger—continuó su pareja.

Jisung sonrió. De verdad esos dos parecían sus padres.

El sirviente los dirigió a sus habitaciones correspondientes, para posteriormente retirarse.

—¡Woauh!—casi gritó el gumiho correteando de aquí para allá por toda la habitación.

Enchanted | ˢᵉᵘⁿᵍⁱⁿDonde viven las historias. Descúbrelo ahora