➥ Un rey Elfo y un príncipe Gumiho, dos semanas, ninguno creía en el amor para ellos menos a primera vista hasta que sus miradas se cruzaron.
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➺ Pareja principal: Kim Seungmin x Yang Jeongin (Seungin)
➺ Kim Seungmin Top - Yang Jeo...
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La fiesta concluyó con una pareja recién formada.
Los dos se despidieron en la habitación del menor con un suave beso en sus labios.
Jeongin veía como de a poco el mayor se iba alejando pero una creciente idea iba acumulándose en su interior.
—Minnie...—lo llamó y este se dio vuelta con una pequeña sonrisa en sus labios.
—¿Si, lindo?—Jeongin se sonrojó por el apodo pero apretó sus manos.
—Tu...¿te quedarías a dormir conmigo? Por favor—lo miró suplicante.
En realidad Jeongin hace muchas noches quería invitarlo pero siempre estaban por ahí rondando los licántropos y su mejor amigo así que nunca podía proponérselo.
—¿No crees que pensaran mal?—levantó una de sus cejas de forma coqueta y Jeongin apartó su mirada.
—N-no lo creo, además...no estaríamos haciendo nada malo—puchereó el menor y Seungmin se rió acercándose nuevamente al menor besándole ambas mejillas.
—Eres demasiado tierno...acepto—Jeongin lo miró con una sonrisa y lo jaló hacia su habitación.
—Oh...no tienes con que cambiarte—murmuró sonriendo de forma avergonzada, había sido muy impulsivo de su parte sin pensar en ese gran detalle.
—Hagamos algo, iré a buscar mis cosas y luego vuelvo, ¿bien?—le sonrió y Jeongin asintió repetidas veces.
Seungmin se acercó y lo besó murmurando un "vuelvo pronto" salió de la habitación del gumiho.
Jeongin se tapó su rostro sin poder creer la gran noche que tuvo en compañía de Seungmin. Se cambió a su pijama y se tiró a su cama de espaldas para luego abrazar su almohada y soltar un chillido de felicidad mientras pataleaba con gozo.
Ahora tenía pareja, y esa era Seungmin...ah, su corazón no podía estar más completo.
Aunque su sonrisa se esfumó cuando recordó lo que habían dicho sus padres.
Jeongin se sentó en la cama apretando su almohada.
¿Cómo se había olvidado de eso? Se tapó su rostro con la almohada, había estado tan ensimismado desde que conoció a Seungmin.
Hizo un pequeño puchero y se volvió a acostar.
Aún si su padre lo quería comprometer con esa hija del clan del norte, él iba a luchar para rechazarlo, porque él ya tenía a alguien.
La puerta fue tocada con suavidad y el gumiho se levantó rápidamente para abrirla.
Seungmin le sonreía del otro lado de la puerta y Jeongin lo hizo también; se hizo a un lado dejándolo pasar.
—Puedes vestirte ahí—le mostró el vestidor y Seungmin asintió.
Jeongin se volvió a acostar tapándose con las suaves sábanas y acurrucarse en ellas, cerró sus ojos pero el hecho de que no les quedará nada para volver a sus respectivas tierras no lo dejaban conciliar el sueño de forma correcta; toda la magia del baile había desaparecido en un suspiro.
Seungmin terminó de colocarse la fina camisa de pijama y se encaminó hacia la cama del menor, levantó las sábanas y se acostó a su lado, apoyó su cabeza en su brazo admirando el rostro del contrario.
—¿Por qué estás con el ceño fruncido?—le preguntó pasando uno de sus dedos por el rostro contrario.
Jeongin abrió sus ojos y sonrió incómodo.
—Había olvidado que mi padre antes de venir me dijo que cuando volviera me iba a presentar a alguien—sostuvo la mano del mayor contra su rostro.
Seungmin abrió en grande sus ojos.
—Oh...
—Pero no te preocupes, haré todo lo posible para que eso no suceda.
Seungmin se rió al ver el pánico en los ojos contrarios y se acercó depositando un pequeño beso en su nariz.
—Haremos que tu padre cambie de opinión, no es un gran problema...¿así que no te preocupes, si?—le besó la frente y sostuvo la cintura acercándolo a él; lo abrazó y Jeongin apoyó su frente en el pecho del mayor.
—Está bien, tienes razón—el aliento chocó contra la piel expuesta del elfo haciéndolo estremecer.
—Descansa y duerme bien, cariño—le besó el blanquecino cabello del menor y lo atrajo hacia él.
Jeongin sentía los suaves latidos del corazón contrario y el aroma a bosque que siempre llevaba consigo, invitándolo a caer en un profundo y grato sueño.
—Te quiero, Minnie...—murmuró antes de caer completamente dormido.
El elfo sintió su corazón muy cálido ante las palabras del menor y le besó el cabello nuevamente.
—Yo también te quiero, Innie—Jeongin soltó algo parecido a un ronroneo que hizo reír con suavidad.
Con ese cálido sentimiento los se durmieron abrazados fuertemente.
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