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Yongbok revoloteaba de aquí para allá dándoles indicaciones de forma amable a los sirvientes para que llevaran todo con cuidado, haciendo gran énfasis en las pertenencias del rey.

Ellos tenían que irse al menos dos días antes de la fecha de la invitación ya que el reino humano estaba bastante alejado del reino elfo.

—¿Le dijiste que no se estrese?—le preguntó el elfo menor acomodando su vestimenta.

—Por supuesto, pero él insiste en tener todo perfecto—suspiró el guardián con cansancio.

Seungmin suspiro de la misma forma que el mayor.

—Lixie—lo llamó el rey y el contrario lo escuchó de inmediato dándose vuelta para mirarlo—. Amigo...no es necesario que te estreses por esto...los encargados ya nos tienen todo listo—el mayor voló hasta el rey y suspiró.

—Lo siento, no lo puedo evitar—se disculpó avergonzado. Seungmin negó levemente y le desordenó el rubio cabello del hada.

—Ya, no te preocupes.

Un guardia real hace acto de presencia y luego de una reverencia ante el rey, habló.

—Su majestad, el carruaje está listo y a la espera—le avisó.

—Entendido—le sonrió y el guardia se retiró—Cuida bien el reino—le dijo a su primo que era en quien más confiaba Seungmin después de sus dos amigos.

Los tres amigos se encaminaron hacia el carruaje que los aguardaba. Entraron y se acomodaron en sus respectivos asientos.

—No puedo esperar a llegar, quiero conocer a otras especies y hacer amigos—aplaudió con entusiasmo el hada mientras miraba por la pequeña ventanilla del carruaje.

Hyunjin lo miraba con una sonrisa boba en sus labios y Seungmin no pudo evitar rodar sus ojos de forma divertida, su guerrero no podía ser más obvio con respecto a su enamoramiento del rubio bajito.

Dejó de observar a la no oficial pareja de enamorados e imitó lo que estaba haciendo el rubio, los árboles pasaban a medida que el carruaje avanzaba provocando que al menor de los tres le diera sueño.

En la noche no había podido dormir mucho debido a los miles de pensamientos que estallaron en su cabeza con respecto a su estadía en tierras humanas y pensando también en algunas alianzas que pudiera realizar con respecto al comercio.

Yongbok movió a Hyunjin con su hombro, el contrario reaccionó y el hada apuntó con su mentón hacia su dormido amigo.

—Vaya—se rió Hyunjin con suavidad al ver lo dormido que estaba el menor.

—Al parecer no soy el único que no durmió pensando en el viaje—Yongbok sonrió con ternura y apoyó su cabeza en el hombro del elfo mayor.

Hyunjin sintió que dejó de respirar ante la acción del contrario pero sonrió y apoyó la suya sobre la del menor.

Enchanted | ˢᵉᵘⁿᵍⁱⁿDonde viven las historias. Descúbrelo ahora