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Mingjue se desabrochó la camisa, con una sensualidad que no conocía en el, por lo regular el solo se debajo montar por las mujeres y donceles que se le ofrecían nunca trato de seducir a ninguna por qué no le hizo falta, el solo dejaba que se sirvi...

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Mingjue se desabrochó la camisa, con una sensualidad que no conocía en el, por lo regular el solo se debajo montar por las mujeres y donceles que se le ofrecían nunca trato de seducir a ninguna por qué no le hizo falta, el solo dejaba que se sirvieran de de su cuerpo mientras le ayudarán a desfogar toda su frustración sexual que acumulaba al no tener una esposa que lo atendiera.

Ying se mojaba cada ves más de hecho sus bragas de encaje estaban humedeciendo desde su interior, el Nie dejo sus boxers con la intensión de asustar a su esposo, pues solía ser un poco intimidante, se acercó poco a poco, fulminando con la mirada, tu quieres que.... No quiero interrumpió el doncel al hombre que de solo oír que su esposo no quería intimar con el, su pobre Ming junior lloraba pre semen de dolor, era tan palpable su decepción que de inmediato se le bajó la calentura.

No quiero, te exijo que me cumplas marido, yo he trabajado duro, me he esforzado al máximo, te he seducido con toda la intención de que me tomes, exijo mi noche de bodas esposo Ying se arrojo a los brazos de su esposo, este gustoso lo recibió, se fundieron en un largo beso húmedo, apasionado lleno de deseo, cuatro meses habían pasado desde que iniciaron su convivencia y ambos habían resistido estoicos a qué alguno diera el paso definitivo.

Ahora era el momento, jue recostó a su esposo en la cama con besos, mordidas y lamidas fue despojando ese hermoso cuerpo de la estorbosa ropa como cuando pelas un plátano para hacer un cocktail, cada parte era tan suave a su tacto a sus húmedos besos Ying suspiraba, mordía sus dedos con la intensión de no venirse con solo las caricias de su hombre pero este se lo estaba poniendo difícil, ya que lo tocaba como el mejor pianista a su instrumento.

Mingjue se esmeraba en hacer sentir bien a su pequeño doncel, quien poco a poco se fue derritiendo en sus manos, saco todas las piezas de ropa exterior solo para encontrar las cosas más diminutas que tapaban la intimidad de su esposo, diossss esos delicadas piezas de encaje solo le daban más ganas de arrancarlos con los dientes, pero no debía ser tan bruto, se dió tiempo para descifrar como podría sacar los delicados dulces de su esposo, sin romper el empaque, hasta que lo descifro.

En dónde sus pechos recién inflados por los implantes se marcaban el traje tenía unas aberturas que servían para masajear, morder y chupar los pezones sin quitar la pieza y más abajo en la parte más íntima había una abertura más para que todo estubiera a la mano del esposo sin despojar al doncel de la fina tela, ese era un instrumento de tortura con todas las de la ley, pero si su esposo lo tenía puesto era por una causa.

Así que se dedicó a devolverle la tortura, con caricias por ambos pechos mientras con sus grandes dedos abría los pliegues de sus delicada entrada frontal, después de hacerlo gemir más alto más fuerte y retorcerse en la cama de placer, ajueee ajuuuuuueeee, haaaa haaaaaaaaaaa pppp ooorrr faaa faaavor, ppppooorrrr favooor, dámelo yaaa lo quiero esposo dameee dddd aaammeeelll ooo ahora.

Que es lo que quiere mi dulce coñito mojado, dicelo a tu esposo, que quieres estooo esto es lo que quieres cariño, decía el Nie tomando la mano del doncel y pasándola sobre su arma cargada, esto es lo quieres que meta aquí es está rajadita que llora por atención.

Si, si, eso es lo que quieres mi niño,decía jue restregando su miembro en las manos de su doncel, siii, siiii, ssiiii esposoooo, esooo dámelo yaaaaa, mira como me tienes tan mojado por ti dameeeelooo yaaaa, gritaba el doncel mientras tanteaba el miembro de su ahora esposo, lo sobaba mientras exigia que le diera una probadita de ese pedazo de carne dentro de el.

Después de posicionarse sobre el doncel puso una almohada debajo de las caderas de chico, se metió entre sus piernas, alineó su miembro en la entrada jugosa del joven y comenzo a besarlo, el doncel desesperado derramaba lágrimas de anticipación, le chantajeaba con sonidos de suplica para que el hombre se apiadará del el,entre besos jadeos y súplicas .

Haaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa juuuuueeeeee!!!!!, gritaba el doncel a pulmón abierto, aguantaaaa mi niñooo vamos relájate un poco, asiii, asiii mi cielo, ya casi decía el hombre, tratando de contener un poco el dolor que quebraba la vos del doncel, hoooo!!!! dioooossss!!!! que puta verga tan grande!!!!chillaba ying, aguantando el dolor de ser empalado por su esposo.

Mi niño es tan estrecho, pero ya pronto estará todo dentro, vamos ábrete más para mí cariño, asiiii, respira, esooo, esooo, lo estás haciendo tan bien, diooossss!!! eres tan tierno, tan suave, tan sedoso, el hombre sobornaba a su esposo para seguir metiendo su gran pene dentro de el, mientras el otro solo pedía auxilio, arañando la espalda y los hombros de su marido.

Haaa, haaaa, joooo, jjoodeerrr!!! mi amorrrr!!!!! hoooo cielos!!! duele como el demonioooo!!! Haaaaaa, haaaa, gritaba ying en frenesi sexual, su coño se llenaba de fluidos con la intensión de hacer más fácil la penetración, pero nada de lo que había experimentado a lo largo de su escueta vida sexual, lo preparo para esto, Las lágrimas de ying que hasta ahora habían sido de cocodrilo, solo como chantaje ahora eran reales, demaciado reales.

Unos minutos después ya estaba gritando por más, su esposo le concede todo lo que pedía, más rápido, más profundo más fuerte, de lado de frente repasaron todos las posturas que conocían, todas tonalidades de fuerza, suavidad y baiben, se llenaron de los sabores y olores que desprendían sus cuerpos, los fluidos que salieron de sus orificios, de su piel y sus pieles terminaron agotados, molidos, satisfechos, sin deseos de nada que no sea un delicioso baño, una pijama caliente y un colchón mullidos para dormir por el resto de su estancia en las montañas.

La esposa del tirano Donde viven las historias. Descúbrelo ahora