LENGUAJE DE LAS FLORES
- Este lenguaje puede ser el más hermoso porque te puden decir muchas cosas con tan solo una rosa -
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- Y este es Guillermo Ochoa nuestro arquero - Messi estrecho la mano de Ochoa...
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— la vida es la flor para la cual el amor es miel - Victor Hugo
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El apartamento estaba a tope de música, retumbaba por todos los cuartos, no era de extrañar que los vecinos ya hubieran llamado a su casa más de una vez; pero tampoco podían quejarse con la policía, memo no lo hacía cuando ellos hacían fiesta.
Tanto Memo como Lionel se encontraban en la cocina hablando entre risas e incoherencias, cuando memo se le encimo a Lionel, quien se puso rojo pero rojo, tanto que competía con un tomate.
— estás bien chulo guerito - soltó entre hipidos el mexicano.
El de rulos lo acorralo contra la encimera, cubriéndolo con su cuerpo, se acercó a sus labios lentamente.
— Pero que es eso de que salías con ese portugués - de un momento a otro la borrachera se le fue al argentino.
" Se rumorea que Guarda-Dado terminó con su morra por cierto argentino" se escuchó el grito de Antuna desde la sala, seguido de los gritos de Guardado y uno que otro golpe.
Era de esperarse que pudiera escuchar aquello cuando ambos estaban en silencio esperando la reacción del otro, memo buscaba una respuesta a lo que le contó Cristiano y Lionel quería saber cómo se entero.
Fue entonces que cambiaron de posiciones de un movimiento rápido Líonel ahora estaba acorralandolo, memo no pudo evitar soltar un jadeo de sorpresa.
— ¿Como te entraste? - pregunto entre titubeos y hipidos - ¿Como pudiste hacer eso? - se miraron a los ojos.
Ninguno supo que más decir, la tensión era palpable y parecía que ambos habían regresado a su estado de sobriedad.
Era un momento tenso que hasta el chuky que estaba bien pedo y se la paso molestando a todos en la fiesta prefirió no entrar en la habitación y ver desde la puerta lo que ocurría.
— Guille ¿Como te entraste? - pregunto mientras sus alientos chocaban.
El pecho de ochoa subía y bajaba a un ritmo lento pero intranquilo, jamás imagino tener al argentino tan cerca, coloco una de sus manos en el pecho del albiceleste.
Quizo alejarlo, pero no pudo a su contrario lo atrajo un poco más y se aferro a la camisa del más bajo.
— un pajarito me lo contó - susurro cerca del argentino.
Lozano que veía todo desde el umbral no podía creerlo, hubiera tomado fotos de no ser porque se le cayó su celular y Diego lo tomó y lo extrello contra una pared mientras cantaba despechado.
— A la verga- susurro para caminar fuera de la escena.
Memo y Messi seguían en lo suyo y se abrazaban mutuamente ninguno dijo nada más y guillermo los llevo a su cuarto.
