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Paloma había aprendido a dividir su tiempo desde muy joven que hasta parecía una broma pues aún con todas las responsabilidades que tenía, aún así se daba un espacio para visitar a su mejor amiga Dinah Drake.
— Entonces si es oficial.
— Si. — contesto Paloma con algo de pena.
— Me alegra verte contenta.
— ¿Crees que lo soy?
Dinah rio fuerte y dijo — Eres tú quien debe sentirse contenta.
— Bueno, es que si estoy feliz, Oliver, es diferente, es aventurero, divertido, se arriesga a hacer lo que quiere. Es lo contrario a mi.
— Y eso está bien, — comento Dinah — A veces lo diferente es bueno.
— Pero aún sueño con mi príncipe azul.
— Tal vez Oliver lo sea. O tal vez no, tal vez él es con quién sales antes de conocer al amor de tu vida.
— ¿No crees que sea él?
— Creo que Oliver es tu primer amor, pero solo el universo sabe si es el indicado o no. Así que te aconsejo que no presiones a las energías.
— No tengo planes de hacerlo.
Paloma sonrió inconsciente.
— Pero creo que... lo amo. — susurro.
— Definitivamente ya lo haces.
Dinah y Paloma tenían esa amistad que no era necesariamente hablar todos los días para entenderse. Dinah era la única que sabía de la infidelidad de la madre de Paloma, era la única que conocía la identidad de aquel hombre. Era la única que la había visto llorar por el cargo de conciencia, que en realidad no era ninguno. Pero Paloma.no lo veía así.
— ¿Entonces si asistirá a tu graduación?
— Creo que si.
— ¿Crees?
— Irá de viaje con su padre— contesto Paloma — Así depende de los vuelos que llegue a tiempo para ese día.
