Capítulo 18

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Taehyung

Salgo de su casa haciendo un esfuerzo titánico. Mi cuerpo entero me pide a gritos que me dé la vuelta, que entre ahí de nuevo y le haga el amor hasta caer rendidos. Que me quede a dormir abrazado a su cuerpo.

Pero mi corazón me susurra que no lo haga. Mi pequeño y oscuro corazón quiere que Jungkook me desee con su cuerpo, pero también con su alma. Que me desee de tal amanera que crea que va a volverse loco si no me tiene. Mi egoísta corazón quiere que, con tan sólo mirarme, su pulso se acelere y que no sea por miedo, sino por deseo. Sé que pido algo imposible, pero quiero que esté tan perdidamente enamorado de mí, como yo lo estoy de él.

Llego a mi casa y entro al cuarto intentando hacer el mínimo ruido posible, para no despertar a Yoongi. Mañana dejaré que me acribille a preguntas, pero ahora sólo quiero acostarme y soñar con Kookie.

- ¿Qué haces aquí tan pronto? - me dice el muy canalla.

- Tengo sueño. Mañana hablamos - le digo de manera cortante.

- ¡Que te crees tú eso! - me contesta levantándose y dando la luz. - Venga cuenta, ¿qué habéis hecho? - se mete en mi cama y palmea a su lado para que me tumbe junto a él.

- ¿Te has dado la crema? - le pregunto y niega. - Pues venga - le hago señas para que se quite la parte de arriba del pijama.

- ¿Qué? No, por favor. Esa mierda va a estar helada - se queja.

- ¿Quieres que te cuente lo que ha pasado con Jungkook? - le digo levantando una ceja.

A regañadientes, me obedece. Cojo crema y la froto entre mis manos, intentando calentarla un poco. Aún y todo, cuando la aplico, Yoongi sisea.

- Coño, que fría - se queja. - Venga, desembucha. ¿Habéis follado?

- No.

- Ya se nota que te ha dejado a palo seco... estás insoportable - me acusa.

- No hemos follado porque yo no he querido - le aclaro y Yoongi se gira bruscamente para mirarme.

- ¿Perdona? A ver, explícame eso. ¿No se supone que estás locamente enamorado de Jungkook? - me mira sorprendido.

- Lo estoy, hermano - me siento a su lado y le agarro en brazo para seguir dándole crema. - Por eso no lo he hecho. Hoy Kookie me hubiera dejado hacerle lo que me hubiera dado la gana. Pero yo quiero que me ame además de sentir deseo carnalmente por mí - le digo quejumbroso. - ¿Es mucho pedir?

- Ay hermanito... ¿Por qué crees que ha cenado hoy en casa, con nosotros? Creo que es evidente que siente algo por ti - me dice como si fuese tonto.

- Yo también creo que ha empezado a sentir algo por mí. Lleva días buscándome. Pero llegados a este punto, lo quiero todo, Yoongi. No quiero que se arrepienta, y para eso, tiene que quererme, no ser tan sólo deseo, ¿lo entiendes?

- Pues claro que lo entiendo, tontorrón - me abraza y nos tumbamos en mi cama. - Pero no pides algo fácil. Tenéis una historia demasiado retorcida...

- Lo sé. Es culpa mía - digo dolido. - Pero ahora que nos hemos vuelto a encontrar, quiero hacer las cosas bien.

- Aquí voy a estar hermano, para lo que necesites - me revuelve el pelo.

- ¡Gracias! - me abrazo a su cintura porque es mi mejor amigo, mi hermano, mi ángel de la guarda, mi faro en la oscuridad.

Te quiero, hermano.

- Y cuéntame, ¿qué tal tú con Park? - le digo picándole las costillas.

- ¿Qué de qué? - se retuerce como una anguila por las cosquillas.

- ¡Venga Min! - le azuzo para que hable.

Suspira largamente y cierra los ojos. Se pone boca arriba y resopla.

- Pues lo tengo muy jodido - resopla.

- ¿Por qué dices eso?

- Pues porque no sabe ni lo que quiere. Creo que le gusto, pero no en plan 'gustar, gustar'. Creo que él espera que seamos amigos - me dice desanimado.

- ¿Qué dices? - exclamo incrédulo. - Se le cae la baba cada vez que te tiene cerca.

- No te estoy diciendo que no, pero no sabe nada de nada. Dudo que sepa qué hacer con una chica. Imagínate con un chico. Y yo no estoy para ser el maestro de nadie. Además, en cuanto... - suspira amargamente.

- ¿Qué pasa?

- Tae, en cuanto me vea el cuerpo, no va a querer ni verme nunca más - susurra triste.

- Yoongi... No digas eso - acaricio su mejilla.

- Hermano, sabes que es verdad. ¿Tú querrías que un tío como yo te follara? - su sonrisa es muy amarga.

- ¿Qué? - me incorporo llevándome la mano al pecho, haciendo teatro. - No dejaría que te acercaras, ni tú ni nadie, a follarme. Siempre, y escúchame bien, mamonazo, siempre soy el de arriba - le digo utilizando sus mismas palabras y consigo que se ría con ganas. - Pero si podría enamorarme de un hombre bueno, leal, trabajador, algo gruñón, pero con un corazón enorme. Un hombre capaz de alegrar una casa con su sola presencia. Un hombre que tuvo los cojones de traer a casa a su mejor amigo muerto desde las trincheras, cuando lo más sencillo hubiera sido dejarlo allí - veo como intenta reprimir las lágrimas. - Y me importaría una jodida mierda sus cicatrices, porque lo más importante de su ser es su corazón. Y eso, es lo más precioso y bonito que hay sobre la faz de la tierra.

Yoongi me abraza con fuerza y siento como sus lágrimas mojan mi pijama. Escucho un ligero 'Te quiero' contra mi hombro.

- ¿Qué has dicho? - le digo tomándole el pelo.

- Te quiero, hermano. No me avergüenza decírtelo. Eres una persona nueva. El día que tú te perdones, serás el mejor de los hombres. Mientras tanto, aquí estará tu hermano mayor para recordártelo - me agarra con fuerza del hombro y es mi turno de contener las lágrimas. - Cuando atravesaba el peor momento de mi vida, caíste del cielo, Tae. Has resultado ser un lobo con piel de cordero... pero estamos trabajando en ello - y no puedo evitar, aunque esté llorando por la emoción, reír porque a Yoongi y a mí se nos están pegando muchas cosas de la abuela.

- Yo ... yo también... te quiero - la congoja no me deja hablar.

- Venga, a dormir - me dice volviendo a su cama.

Me duermo con la tranquilidad de saber que siempre podré contar con Yoongi. Pase lo que pase. Y tener esa certeza me ayuda a afrontar la incertidumbre del futuro. 

Hanguk Jeonjaeng 🔞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora