Confusión | Michaeng G!P

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—Mi señora.

El hombre sonrió al hacer una reverencia a la mujer de traje blanco y volvió a su posición cuando recibió un asentamiento como respuesta. Bien sabía que pedir palabras era una verdadera ofensa a la mujer, así que debía conformarse con esa respuesta.

—La encontré con... pues su... pareja, ¿Quiere todos los detalles?

La mecha de furia fue encendida en ella, y no retuvo su molestia cuando apagó el puro que estaba en su mano con la misma en un segundo.

¿Su pareja? Ese era un término que podía usar una persona totalmente libre de compromisos, sin nada que la atara a alguien. Y ese era el problema, que ella lo estaba. Y en su maldito dedo anular lo podía confirmar.

Diez años de casadas y a ella le valió mierda. Simplemente se largó como si no fuese nada la larga relación que tenían ambas.

Tenía tantas preguntas por hacerle. Le había dado todo, tanto dinero como amor, la complacía en absolutamente todo lo que ella quería ¿Por qué la dejó sin siquiera dar una explicación? Su corazón se estaba volviendo...  nada sin su cercanía.

Su corazón se volvió pequeño cuando la palabra pareja estaba junto a su mujer. ¿Desde cuándo? Si su esposa era Myoui Mina, nadie mas.

—¿Dónde esta ella? —preguntó con la rabia ardiendo en ella, la frustración de no poder olvidar lo delicioso de su cuerpo, de su piel... del delicioso nectar que posee entre sus piernas.

Cuanto quisiera que su polla no se hinchara con el solo pensamiento de olerla. Ese rico olor que desprende su piel, o incluso esa mirada llena de brillo, esa mirada que mostraba como si solo Myoui Mina fuese su mundo.

Sólo quería preguntarle el porqué... el porqué la dejó sin ningún tipo de explicación cuando..

'Es como el aire que respiro', sus ojos ardían cuando recordaba sus paseos juntas, sus noches juntas y sus gemidos melodiosos soltados cerca de su oído.

Apretó sus puños y respiró hondo para no mostrar lo débil que se volvía cuando nombraban a su desaparecida esposa.

—Tokio. Recientemente... su acompañante está en vacaciones y llegaron hace dos días a la capital, mi señora. —informó en resumen, ya que pudo notar el aura de molestia que la mujer frente a él poseía.

Myoui suspiró. No demostraría su dolencia, su debilidad por ella. Y ahora que sabía dónde se encontraba solo debía ir, hacer a un lado a quien sea que esté con ella... Y...

—Tambien encontré algo que podría interesarle... mire —mostró la foto de la chica, y Myoui no sabía qué hacer con la furia que la poseyó en un segundo de ver la foto—, La hija de...

—Minatozaki... —completo totalmente desconcertada por lo que sus ojos veían.

—Si, mi señora. Es decir...

—Lo planeó todo. —masculló con enojo, y al momento se puso de pie para tirar la botella de whisky que le habían ofrecido como regalo de bienvenida.

'Se fue con mi peor enemigo'.

Era una de las peores traiciones que le habían hecho, y vaya que dolía. ¿Cómo pudo hacerle eso si sabía lo que esa familia le había hecho a la de ella?

¿¡Cómo demonios...!?

Si hasta había llorado entre sus brazos por las crueldades que le hicieron a los Myoui.

'¿Cómo pudiste?', preguntó para sí misma. Había estado presente como mataron a sus padres, como mutilaron a sus hermanos y de cómo... mataron a su pequeña de seis por... Quien sabe que cosa. ¿Y le valió un carajo?