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—Dahyun ¡No! ¡Loca!

—¡No se va a molestar! —reprochó su amiga.

Ya tenían más de una hora metidas en la tienda de tatuajes y Dahyun no podía convencerla de que se hiciera un tatuaje dedicado para su esposa.

La pelinegro no comprendía porque se negaba tanto al apodo que a Mina le gustaba que Chaeyoung le dijera.

—Chae... ¡no seas aguafiestas!

—¡Mi piel es hermosa! ¿Por qué debo llenarla de tinta? Hastelo tú si tanto quieres. —dijo dejando claro que la discusión se había terminado.

No la iba a convencer de que lo hiciera.

—Asi le decía su madre.

Chaeyoung detuvo sus pasos cuando notó el cambio de voz en su amiga. La seriedad se notaba y ya no eran juegos, así que eso la hizo pensar un poco más sobre la locura que quería que se hiciera.
Sólo eran una letras. Sólo letras que siquiera se iban a notar dependiendo del lugar donde se lo hicieran.

Dahyun chilló de felicidad al ver que la rubia giraba de regreso hacia donde estaban con una cara no muy agradable, pero que sabía que ya había aceptado lo que iban hacer.

—Te mataré si es falso lo que dijiste.

—Seré quien te dé el arma si así lo prefieres.

Le señaló la silla y dejó salir un suspiro. Sería una mañana muy molesta.

....

—Ven, pequeña.

Chaeyoung iba entrando a la casa cuando podía escuchar la voz de su esposa y de su hija. Había olvidado que está semana aún no había venido a ver a su madre.

—¡Tu mascota si traga!

—¡Está masticando!

La rubia sonrió por el puchero que la niña tenía en su boca, mirando a Mina quien sólo estaba riendo aparentemente divertida.

—Tragando.

—Masticando

—Tragando

—¡Masticando! —refunfuñó Sujin golpeando la pierna de su madre que sólo estaba riendo.

A Mina le gustaba molestar a su hija.

—Creo que ambas se equivocan. Ray sólo estaba bebiendo agua.

—¡Mamii!

Chaeyoung se acuclillo para recibir a su pequeña y mostró una hermosa sonrisa que le marcaba sus hoyuelos.

—¡Estabamos esperándote!

—Hola, mi amor. ¿Que querías de mí que me esperabas? —apretó la nariz de la niña y la levantó entre sus brazos para caminar a donde estaba sentada su esposa.

Quien mantenía el ceño fruncido y brazos cruzados cuando la vista de Chaeyoung llegó a ella.

—Ma' no quiere llevarme a  con seguir...

—Dije que es suficiente. Que no logres entender es algo diferente. —espetó aparentemente ofendida.

Chaeyoung abrió la boca asombrada por como Mina respondió, pero la cerró rápidamente y retuvo la risa para que la pequeña no se enojara con ella también.

—Amor, no te pases. —enarcó la ceja como reproche, pero Mina solo imitó su gesto. Haciendo que Chaeyoung solo negara.

¿Cómo podía olvidar Mina que estaba hablando con una niña de 6 años? Claro no entendería de todo lo que le estaba diciendo.

Confusión | Michaeng G!PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora