Confusión | Michaeng G!P

15

POV Chaeyoung

"¿Crees en mi, nena?", preguntaron a lo lejos.

Chaeyoung estaba demasiado confusa para comprender en la situación en la que se encontraba. Todo estaba en blanco y solo podía notar que estaba en la azotea de un edificio bastante alto.

¿Como lo sabía? Porque la curiosidad la invitó a ver hacia abajo donde el piso se veía demasiado lejos.

"Chaeyoung", volvieron a llamarla y esta vez sí volteó a mirarle. Su confusión era más evidente porque esa voz que conocía no parecía a la de Mina, quien era que la llamó.

"¿Confías en mí?", le preguntó con una sonrisa que expresaba tranquilidad. No había rastro del aura oscura que la Mina que ella conocía siempre portaba y tampoco rastro del intenso amor que le tenía.

Vio como le extendió la mano y Chaeyoung dudó en tomarla. ¿,Por qué estaba dudando? Se supone que ella creía en su esposa ciegamente, y aún cuando era un mundo extraño que no sabía en qué parte de la tierra quedaba... debía confiar sin ninguna duda.

Pero existía la duda. ¿Por qué? ¿Por qué estaba dudando? Elevó la mirada hacia esos ojos oscuros y se veía tan jodidamente diferente. No existía esa malicia, no existía esa perversión que esos ojos portaban algunas veces.

En esa mirada solo había paz, tranquilidad, todos los sinónimos que ese término conlleva. Su piel era más pálida y su sonrisa, a pesar de no ser torcida y desprendía cariño, no era la de su Myoui Mina.
Incluso como vestía.

"¿Que pasa, nena? Me estás asustando con tu expresión", esa persona se acercó a tocarle su rostro con caricias tiernas y suaves, aplacando un poco esas dudas que estaban picando en su mente.

"No lo sé, Minari", expresó con toda la confusión que su cuerpo cargaba. No sabía cómo se sentía. ¡Demonios! ¡Que siquiera sabía dónde estaba! ¿Dónde demonios estaba?

"Hey... todo está bien", escuchó risas llegar de pronto y voces de alegría. Muchas voces de alegría. "Nena, ¿Confías en mí?. Hemos pasado por mucho estos meses. Lo sé, lo sabes... lo sabemos, pero no hay de qué preocuparse. Nuestra pequeña ya está con nosotras", tranquilizó con una sonrisa hermosa y radiante.

Por unos segundos las dudas que habían estado insistentes habían desaparecido por completo y sonreí tímidamente.

Si decía que todo estaba...

"¡Mamii!", chillaron cuando iba a tomar las manos de Mina y giró la vista hacia esa dirección de la cual provenía esa voz.

Chaeyoung sabía de quién se trataba y solo le dieron ganas de llorar por lo que sus ojos presenciaban.

"Cielo", murmuró la rubia con el llanto al borde.

La pequeña se veía exactamente igual que la última vez que la vió dormida en su cama. Preciosas facciones y un aura llena de paz que era fuertemente desbordaba de ese cuerpo.

"¡Mamii! ¿Por qué tardaste tanto?", preguntó con un puchero en sus pequeños labios y sus brazos cruzados demostrando un comportamiento de reproche hacia Chaeyoung.

La rubia estaba impresionada por aquella presencia, pero se acuclilló y extendió sus brazos. "Ya estoy aquí, cielo", ahogó un sollozo mientras era abordada por los brazos de su pequeña.

Era tan reconfortante sentir a la pequeña criatura entre sus brazos, aferrándose como si no se quisiera alejar nunca se la rubia.

"¡Te extrañé mucho, mamii!", lloró como una verdadera bebé en los brazos de Chaeyoung, quien dejaba caricias por la espalda de la pequeña con una sonrisa y algunas lágrimas que no podía retener del todo.