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Actualidad
Tokio-Japón

—Oye ¿Que mierda estás haciendo? —dijo un hombre bastante alto de apariencia muy intimidante.

Ya habían pasado dos horas en que el hombre que debía representar a la rubia habia desaparecido por la puerta "buscando" a la "pareja" de Son Chaeyoung.

Al parecer Sana había salido por un momento después de recibir una llamada, dejando a solas al hombre calvo, a otro matón y a Chaeyoung dentro de la lujosa habitación.

Por lo que había entendido la rubia, era que Myoui Mina estaría cerca de este lugar y por ello habían ido a ese lugar tan lujoso para echarle en cara su "amorío".

Bien sabía que la familia Minatozaki tenía dinero de sobra, pero ellos no utilizaban este tipo de lugares por el simple hecho de que era muy peligroso aún cuando tenían comprado algunos agentes del gobierno.

—E-esta aquí...

—¿Qué? —expresó confuso el hombre alto, frunciendo el ceño por lo que escuchaba a través del celular. Chaeyoung volteó a mirarlo con curiosidad cuando el hombre se levantó de la cama abruptamente.

En ese momento su cabeza empezó a cavilar que podría ocurrir.

Que la hija menor tuviese un enfrentamiento no sería extraño, ya que tiene enemigos de sobra, pero jamás los había visto con esa expresión aún cuando ocurría eso.
Quería decir que era algo mucho peor porqué quitó el altavoz también.

—¿Dónde estás?... ¿Cómo dices...? —en ese momento la puerta se abrió abruptamente, interrumpiendo cualquier frase que el tipo iba a decir y asustando mucho a la rubia que estaba atada de manos y pies.

Se encogió como pudo y se escondió detrás de la cama para tratar de, al menos unos segundos, retener los golpes y humillaciones que iban hacerle.

Calmó su respiración, pero su corazón no paraba de golpear su pecho fuertemente por la sensación de temor que la envolvía.

Quizás era el padre de Sana que había venido y estaba enojado porque aún seguía viva, ya que era su hija quien la mantenía viva porque sabía que hacía sufrir a Mina con echarle en cara que le quitó a su esposa.

—Oh, es aquí.

Chaeyoung apretó su mandíbula y trató de ocultar su rostro entre sus piernas cuando pudo reconocer esa fría voz que tanto extrañó.

Estaba tan feliz como triste cuando lo gélido en esa voz le daba escalofríos, tan cortante como un cuchillo y tan indiferente como si le valiera mierda que ella estuviese ahí.

Y claro que sabía que estaría así, pero jamás pensó que se sintiera tan mal en su pecho algo que sabía que iba a pasar.

Lo tenía en mente.

Lo sabía.

Sabía que Myoui Mina estaba ahí para matarla, no para buscarla y salvarla de las garras de la hija de Yuu.

—C-como le dije, mi señora. La información que le doy es verídica y confiable... pero...

Una chispa de rabia se encendió dentro de la rubia cuando esa voz se había grabado en su cabeza, pero no podía hacer mucho cuando las condiciones no eran favorables para ella.

Confusión | Michaeng G!PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora