Confusión | Michaeng G!P

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Día 2

—No, no lo hice.

Chaeyoung enarcó la ceja un poco somnolienta y volvió a unir sus manos que estaban sobre el regazo de Mina.

Ya habían hecho el chequeo de primera hora y aunque fuese increíble, la rubia estaba recuperando su color de piel. No era algo extremo. pero si podía notar la diferencia.

Seguía un poco débil, pero no tanto como el primer día que vio a Mina, quien la ayudo a ir al baño e hizo como si nada. Es decir, no le dió privacidad a Chaeyoung y tampoco le importó hacer sus necesidades frente a ella.

El recuerdo la hizo sonrojarse, ya que vio aquel miembro que tanto probó mucho tiempo erecto, que le era imposible pensar que no era de ella. Quería mantener esos lascivos pensamientos, pero no le fue posible.

Su mente no era la misma.

Pensamientos la atormentaban cada que quería recordar tener sexo con Mina, sin embargo, insistía en tenerlos como fuese porque necesitaba las caricias de su esposa, y así era la única manera de que su cuerpo reaccionase.

—Le gruñiste a la enfermera.

—No soy un perro, déjate de pendejadas. —espetó, sacándole una sonrisa a Chaeyoung.

Creyó que lo aceptaría, pero no.

La enfermera cuando estaba haciendo chequeos, tuvo que descubrir parte del vientre y pecho de la rubia -que no sabía que función haría eso-. Se tensó, pero lo hizo a un lado y cuando Mina notó eso, soltó un gruñido de advertencia.

Y ahora lo estaba negando.

—Solo hacia su trabajo.

—Aja. Que me tocará los huevos también —mencionó sarcástica, recibiendo un golpe por parte de Chaeyoung quien no le hizo ningún tipo de gracia ese comentario.

¿Como decía algo así? obviamente la enfermera lo haría aún cuando no fuese su deber con todo el gusto del mundo. ¿Quien iba a negarse a lo que sea que pida Myoui Mina?

NADIE.  Todo el que la vea, babea y lame sus pies.

—¿Dónde está Dahyun?

Chaeyoung solo escuchó como suspiró y tardó muchos segundos, e incluso creyó que eran más de 1 minuto que pensó en la pregunta que le hicieron.

Esas últimas horas habían hablado de cosas tontas, e incluso de cosas que hicieron juntas hace mucho. Y todavía no habían tocado el tema de su huida.

Chaeyoung había recordado el día que Mina la rescató de aquel hotel, el día que Jeongyeon llevaría acabo sus planes. Claro, estaba segura que lo había hecho, pero... ¿Que pasó con el paquete?

—Encargandose del investigador.

—Oh. —fue lo unico que expresó.

Estaba un poco sorprendida, pero, no tanto porque aquel hijo de puta estuviese pasándola mal, sino más bien porque le dió esa respuesta... relacionada a aquel suceso.

Le hacía recordar que solo era simple tregua.

—¿Quieres caminar un poco? No te vendría mal, nena. —propuso, dejando un beso en su cabeza y enlazando sus dedos mientras bajaba la mirada para encontrarse a la de Chaeyoung, quien ya la estaba mirando con una sonrisa.

Es que retener la sonrisa de felicidad no era muy posible.

—¿Crees que pueda? El doctor...

—No te mantendré encerrada aquí, Chaeyoung. Me importa un culo ese doctor —espetó, dejando claro que así era con su expresión irónica.