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El beso de la suerte | One-Shot

HOLA!!!!

uff... ¿Cómo han estado?, Espero que bien, ¿Yo? con dos pruebas de 5 libros cada una y un trabajo que ni si quiera llevo escrito la introducción.... sep, me esta yendo bastante bien...

¡AL PUNTO! este es el segundo one-shot que escribo de ellos y si les soy sincera, me esta costando darles un final a sus historias pues tengo tantas ideas aglomeradas en la cabeza que no sé si ponerlas en un mismo escrito o apartarlas para una nueva historia. pero bueno mejor para ustedes(? malo para mi(??? oh a quien engaño, que todas esas ideas estén en mi cabeza me dan ánimos para continuar escribiendo sus historias!! Adoro a este par.

Y antes de que quieras decirme algo sobre la edad y no sé que otra tontería te invito a que vayas a leer otra historia c: por que me la suda eso. Lo digo por que me han llegado comentarios, afortunadamente no en este foro, pero sí en algunos dibujos y wallpapers que eh subido a mi Da y Tumblr con al misma escusa, y que soy un no sé que. No aguantaré esas estupideces en mis redes, simplemente aguantense, si quieren vayanse a leer otras cosas. Simple.

De ante mano gracias a quienes les gusta lo que escribo ;v; besos y abrazos de oso panda a todos ustedes. sin más bla bla bla de mi parte (que se me extendió bastante xD) les dejo el one-shot

*Ni Pokémon, ni estos personajes me pertenecen, pues si así fuera esto realmente pasaría en la serie*

El beso de la suerte.​

Desde hace un tiempo Alain tenía una extraña racha de mala suerte, en cada batalla que tenía solía costarle mucho más conseguir las victorias, e incluso, en ocasiones, ni si quiera estaba cerca de conseguir ganar. Pero no entendía que estaba fallando, bueno, no era que no entendiera era que no quería admitir que en su mente ya no estaban solo las batallas contra las megas, sino que había un rostro, un dulce rostro que se había metido en su cabeza desde hace un tiempo y que con su voz aguda le acallaba el razonamiento. Alain no quería admitir que la pelirroja se había metido tanto en su cabeza.

Mairin se había dado cuenta, notaba las derrotas consecutivas de Alain, y notaba su frustración ante eso, y ella no podía hacer mucho pues no comprendía cual era el problema.

Ella no sabía que era el problema.

Así que se comprometió a animar a Alain antes, durante y después de una batalla sea cual sea su resultado.

A los pocos días, se toparon con el entrenador de un Mega-Gallade Y como siempre antes de que el chico dijese "Hola" le reto a una batalla. Mairin noto el nerviosismo del chico aunque a simple vista se viera como siempre, y segundos antes de que comenzara la batalla ella se acercó para darle ánimos.

-Alain, ¡Mucha suerte!-le dijo con una sonrisa.

-Gracias, ahora ponte en un lugar seguro, ya sabes cómo son estas batallas-Le agradeció el chico, pero antes de que se diera cuenta la mano de la pelirroja tomo su bufanda y la jalo hacia abajo, como él estaba pensando en la batalla solo se dejó llevar.

Grande fue su sorpresa cuando sintió sobre su mejilla los labios de Mairin, apenas si enfoco la mirada para ver como ella le soltaba y echaba a correr alejándose del campo de batalla.

¿Le había besado?​

- ¿Ya podemos comenzar?-pregunto el entrenador que ni cuenta se había dado.

Alain parpadeo un segundo y puso su atención en la batalla. Con más confianza y decisión que hace unos segundos.

-Charizard-envió a su pokémon tipo fuego al combate como siempre, mientras el otro enviaba a un Gallade, no se dieron de rogar, los golpes volaron de inmediato, hasta que ambos Mega-Evolucionaron y la batalla fue de velocidad y precisión. Y como si fuera poco, Alain ordenaba con gran habilidad la batalla. Al cabo de un par de poderosos ataques el mega-Gallade cayó derrotado ante el trabajo en equipo de Alain y su Mega-Charizard.