Capítulo 26

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Reunieron todos los espejos que encontraron en muelle de loto, según Jiang Cheng todos están en la sala de espadas; si la bestia buscaba un espejo, le darían el espejo para que se fuera y dejara en paz a la gente de ese mundo y volviera al que pertenece.

— ¿Esos son todos? — Wei Wu Xian veia los espejos.

Se ven... Tan corrientes.

Wei Wu Xian ni siquiera sintió algo de energía resentida en alguno de ellos, comenzó a dudar de que si es verdad que todos los espejos están aquí, la bestia gruño en descontento; la bestia lo sintió también.

— El espejo que quiere, no está aquí. — Wei Ying se giró para encararlos a todos.

Jiang Cheng frunció el ceño. ¿Acaso quería decir algo?

— ¿No? ¡Todos los de muelle de loto están aquí! — Jiang Cheng llevo sus dedos al puente de la nariz frustrado.

El silencio volvió y esta vez todos pusieron sus ojos sobre la bestia encadenada y sangrante, Meng Yao quien veía a la bestia sintió lástima; parecería que está sufriendo.

Una ola de energía resentida choco con ellos, la bestia siendo llenada de energía se libero de las cadenas, Wen Ning vio a la bestia y se preparó con la espada.

— No lo hieran. — A'Yao pidió.

La bestia lo miró y se mantuvo quieta en lo que el chico caminaba hacia los espejos, el que el animal buscaba no está ahí, tal y como dijo Wei Wu Xian hace unos minutos.

— ¿Alguien ha visto un espejo flotante que roba conciencia espiritual y la vida misma? — A'Yao vio a todos los discípulos de Yunmeng tensar sus rostros en clara afirmativa.

— ¿Espejo flotante? — Jiang Cheng Murmuró tratando de recordar y a su mente volvió el recuerdo de semanas atrás.

Mando a llamar a los cuidadores de ese objeto encantado, le gustaría deshacerse de ese espejo; desde que apareció en su villa no ha habido un solo día de paz dónde no hayan marionetas rondando por ahí alrededor acechando.

Lo trajeron y solo piso la sala de espadas salió disparado hacia el animal, una cadena de hierro fundido roja apareció en su cuello; el espejo se hizo de pequeño para caber dentro de la apertura de dicho collar miniatura.

— Bien, supone que aquí nos despedimos... — Wei Ying fue interrumpido.

Del lago salieron muchas marionetas, y no específicamente humanos.

— ¿Qué? ¿Un perro? — Wei Wu Xian comenzo a correr huyendo del pequeño demonio con la apariencia de un Chihuahua.

Lan Zhan voló por los aires y cayó sobre el techo.

— Chenqing es hora de volver al trabajo.

Hizo girar la flauta en su mano hasta que comenzó a tocar.

— ¡Cállate! — se congeló.

Miro a todos los presentes y todos estaban igual que Wei Wu Xian, mirando alrededor tratando de encontrar el dueño de aquella espantosa voz.

— Wei-xiong, creo que el que habla es la bestia. — Huai Sang estaba temblando atrás de Xichen.

Meng Yao estaba de pie frente al animal, se había acercado a ver el espejo; la bestia tenía la vista fijamente en él. Estando tan cerca, si Meng Yao hace algo estúpido su cabeza se separara de su cuerpo sin oportunidad de reencarnar de nuevo.

— ¿Podrías... Dejarme tocar el espejo un rato?

La bestia Rugió y se abalanzó para morder y separar la cabeza de su cuerpo, un golpe con energía espiritual choco su osico.

Xichen saco su espada y protegió a Meng Yao.

Una pelea empezó entre Xichen y la bestia, Meng Yao fue arrojado hacia atrás cayendo encima de Huai Sang quien le vio mal.

— ¿Ya te vas a levantar? — Meng Yao le ayudo a levantarse mientras se sostenía la herida sangrante.

— Si el viejo Mo ve está herida, capaz el que muera a manos del viejo seré yo no Xue Yang.

...

Dos horas pasaron y la bestia se canso de pelear con Xichen y mando a sus subordinados mientras el daba una siesta.

— ¡Alto! ¡Alto! Esto es muy injusto señor bestia. — ojo que lo dijo aún en el techo Wei Wu Xian.

No se atrevió a bajar de nuevo luego que la mayoria de los animales se transformarán solo en perros queriendo subir al techo para destasarlo vivo.

— En algún momento tendrá que irse.

Lan Zhan dictó usando el ataque de los acordes con su Qin.

— Perro bueno no muerde, perro bueno no muerde. — Wei Wu Xian seguía susurrando cuando los animales lo rodearon.

Lan Zhan fue bloqueado por un látigo negro que quemaba sus ropas.

— Ustedes son aburridos. Díganme ¿No es aquí donde están los más fuertes capaces de dar una pelea digna?

Todos señalaron a Wei Ying.

— No, no, no. Yo no. — trato de huir pero el mismo mini perro lo detuvo.

Lan Zhan trato de liberarse del látigo pero se terminó lastimando.

Nuevamente le tocaría ser espectador de como su par peleaba con la muerte.

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