Paralelo

Capítulo 29

Wei Ying busco por toda la mansión de Loto y no pudo encontrar al Wen Ning del otro mundo, no tuvo la oportunidad de despedirse de él o de agradecerle por todo en lo que le ayudo en el otro lado, suspiró resignado y ayudo a limpiar el muelle de Loto.

— ¡Wei Wu Xian! — Jiang Cheng apareció con una cubeta y una esponja.

Hay no.

Se lamentó a sus adentros, Wang Ji lo veía desde su lugar, su tío y su hermano le estaban interrogando acerca de la situación anterior y él tenía que explicar cómo sucedió, porque sucedió (aunque no lo supiera) y cuando sucedió.

— ¿Por qué yo? — Wei Wu Xian se estaba quejando con A'Cheng, no quería limpiar la sangre.

Jiang Cheng rodó los ojos.

— ¿Por qué es tuya? No creas que pondré a Hanguang-Jun a limpiar tu desastre, se responsable y limpia. — se marchó dejando a Wei Wu Xian haciendo un puchero.

Una mini sonrisa se plasmó en el estoico rostro de Wang Ji, su tío y hermano se callaron para apreciar aquel mínimo gesto que por un momento mostró alegría.

— Ajem, creo que es mejor hablar en otro momento. — Lan Qiren fue apoyado por Lan Xichen dejando solo al segundo joven Lan.

Viendo a su Wei Ying limpiando mientras se tapaba la nariz para no oler el mal olor de dicha sangre, enfurruñado por todo el desastre que el mismo causó.

Sin duda alguna, todo volvió a la normalidad. Y de cierta forma le alivia estar de nuevo en su mundo, todo encajo perfectamente y todo está donde debería estar.

— ¡Tío Wei! — Jin Ling llegó con agua para darle de beber, el sol estaba en su punto más alto y él estaba en el punto donde llegaba con más fuerza.

— Gracias — acaricio el cabello del niño.

Jin Ling después de eso se marchó, Jiang Cheng le había enviado para darle agua.

La hora de la comida se acercaba, si quería comer algo debía terminar rápido. Suspiró pesado, cansado y aburrido, más no continuo quejándose, callo sus quejas y se esmero más para terminar.

[...]

La noche finalmente llegó, todos bebían, reían y jugaban. Las bailarinas estaban en medio de todos, bailando como siempre lo hacen; Wei Wu Xian sentía una gran melancolía por la cual salió a ver las estrellas.

— ¿Qué haces aquí? — era Wang Ji.

Desde hace 5 minutos le buscaba dentro y por toda la mansión pero no había rastro de él, hasta que vio su silueta sentada cerca del muelle se apresuró a ir.

Wei Wu Xian se giró y extendió su mano con una sonrisa.

— ¿Deseas acompañarme, querido Hanguang-Jun? — sonrió.

Wang Ji tomó su mano y se sentó con él, sin pensar mucho si su túnica blanca se ensuciaría; los modales se le habían olvidado un poco cuando estaban en el otro lado, pensando en ello; Wang Ji tenía una idea de que podría tratar lo que Wei Wu Xian pensaba.

— ¿Qué habrá pasado en el otro lado? ¿Estaran bien? — suspiró.

Wang Ji hizo que el rostro de Wei Wu Xian le viera, acaricio sus mejillas con sus pulgares y junto sus frentes; cerrando los ojos dijo en voz baja.

— Lo estarán. ¿Sí? — Wei Wu Xian dió un pequeño asentimiento.

Alzaron sus rostros viéndose justo a los ojos, sus corazones palpitando tan rápido que incluso podían oírlos; una tenue sonrisa apareció en el rostro de Wei Wu Xian, viendo sus ojos y bajando hasta sus labios se fueron acercando.

Tan lenta y suavemente, que el sonido de los grillos y cigarras fueron desapareciendo; siendo sus respiraciones y corazones siendo la melodía que los alentaba a un beso.

Un suave roce los hizo sonreír, sus alientos se mezclaron hasta ser completamente uno.

Un beso fundido en amor y deseo, pero lleno de ternura y lealtad; el amor de ambos fue tan cálido, que incluso las estrellas y la luna brillaron más para iluminar ese momento.

— ¿Les doy un cuarto?

Jiang Cheng apareció de la nada arruinando el momento.

— ¿Por qué tenías que ser tú? — Wei Wu Xian se quejó.

Wang Ji le ayudo a levantarse.

— ¿Por qué no debería ser yo? Muelle de Loto es mío — pauso unos instantes — ¿Y si fuera Jin Ling? ¿Estarías feliz?

Negando rápido se fue de allí.

Jiang Cheng suspiró, todo estaba bien ahora, más había algo que le molestaba.

— ¿Siempre sentí celos de Hanguang-Jun? — su suave susurró se lo llevó el viento.

Entro dentro de nuevo dejando atrás sus pesados sentimientos y sonriendo por un nuevo inicio.

[...]

En el otro lado.

Wen Ning le contaba todo lo sucedido en el otro lado, ella estaba aliviada, un peso menos le había sido quitado; Wen Qing abrazo a Wen Ning agradeciéndole por regresar a salvo.

— ¿Qué harán con ellos? — preguntó Wei Wu Xian.

— Borrar sus recuerdos de ese lugar, obvio. — Xue Yang rodó los ojos.

— ¿Y si mejor los dejan como un sueño? ¿Uno triste y alegré? Quizás no le den tantas vueltas luego. — Wang Ji dijo.

Todos estuvieron de acuerdo.

Wen Qing y su hermano se marcharon de ahí, volver a su vida, y olvidar el suceso.

Más en su corazón aún habitaba un sentimiento, el de extrañar... Iba extrañar a Wei Wu Xian, pero sabía bien que no sería lo mismo.

— La vida continúa, con o sin personas. — Murmuró Wen Ning leyendo las preocupaciones de su hermana — Fuiste afortunada por coincidir con tan buenas personas, de las despedidas y momentos. Siempre quedan bonitos recuerdos ¿No?

Ella asintió abrazando el brazo de su hermano.

— A'Ning ¿Quieres comer algo?

Charlando por la cera hacia un restaurante, siendo vistos por el cielo, la luna y las estrellas.

Finalmente todo terminó.