Capítulo 5

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   Zarpa Sombría se levantó de un salto al alba ¡Zarpa Luciérnaga debía haber vuelto de la piedra lunar! Corrió fuera de la guarida de los aprendices y atravesó el claro hacia la guarida de los curanderos. Al llegar, vió que estaba completamente vacía. Supuso que aún no habrían llegado. Fue directo hacia el túnel de aulagas y esperó jusro en la entrada.

   Varios guerreros ya se estaban levantando. Zarpa Sombría vió que Nube Blanca salía de la guarida de los guerreros junto con Tormenta Gris y se ponían a hablar en voz baja, para no molestar a nadie. Luego vió a su mentora, Garra Negra, salir detrás de ellos. Garra Negra vió a Zarpa Sombría en el claro y se acercó.

   -Hola- le dijo -ya que te despertaste ¿quieres acompañarme a la patrulla del alba?- preguntó. La miró unos segundos -estás esperando a Zarpa Luciérnaga. Entonces puedes quedarte, entrenaremos cuando yo vuelva- maulló, comprensiva. Zarpa Sombría la vió salir seguida de Nube Blanca y Tormenta Gris, junto con Patitas Blancas, que también había despertado temprano y quería ir con ellos.

   Un rato luego, Zarpa Sombría oyó pasos en el túnel de aulagas. Para entonces ya todos estaban despiertos. Vió salir del túnel a Zarpa Luciérnaga y Pedregosa. Zarpa Sombría se puso en frente de la aprendiza de curandera y entrechocaron narizes a modo de bienvenida. La gata estaba muy feliz, aunque se la veía canasada por el viaje, así que Zarpa Sombría supuso que le había ido bien.

   -¡Me aceptaron!- exclamó, emocionada-¡voy a ser curandera!

   -Te lo dije- dijo Zarpa Sombría.

   -Sí, y yo estaba nerviosa... ¡y ahora estoy tan feliz!-maulló.

   -Feliz y cansada- Pedregosa la miró, orgullosa -debes ir a descansar a la guarida.

   -Está bien. Adiós Zarpa Sombría- se despidió y se marchó a la guarida de los curanderos.

   -Adiós-repitió la aprendiza.

   Entonces vió movimiento en el túnel de aulagas. Patitas Blancas, Tormenta Gris, Nube Blanca y Garra Negra salieron de este. Los cuatro fueron con Pedregosa a darle la bienvenida y preguntarle cómo le había ido, y luego Garra Negra se dirigió hacia Zarpa Sombría.

   -Iré a preparar la patrulla de la mañana y luego te llevaré a entrenar- explicó.

   Zarpa Sombría asintió. Incluso aunque había dormido poco, la gata se sentía renovada de energías tras la llegada de Zarpa Luciérnaga. Vió que Garra Negra volvía junto a ella-ven- le dijo.

   Zarpa Sombría la siguió hasta la hondonada de entrenamiento. Ya quería saber que iban a practicar el día de hoy, si iban a cazar, o pelear o rastrear.

   -Bien- comenzó la gata -todo guerrero debe aprender las artes de la lucha. Quiero que me ataques- pidió.

   Zarpa Sombría no esperó ni un segundo y saltó sobre Garra Negra con las uñas envainadas. Logró subir sobre su lomo, pero resbaló y cayó al suelo.

   -Eres ágil y muy rápida, pero no usas la fuerza. Tu ligereza es una gran ventaja, pero así no podrás mantenerte estable- le explicó - vuelve a intentar-

   Zarpa Sombría volvió a atacar, esta vez tratando de usar más la fuerza de sus patas traseras para mantenerse firme. Esta vez se mantuvo en pie y se agarró del lomo con las garras. Entonces, Garra Negra rodó por el suelo y se puso boca arriba, aplastándola. Rápidamente salió de aquella posición y continuaron entrenando.

   Estuvieron así un buen rato, luchando. Cuando acabó el entrenamiento, su mentora dejó que Zarpa Sombría cazara un ratón al volver. Ya no había nieve, y la hoja nueva estaba por llegar.

Días sombríos #1/ Lealtad / Los gatos guerrerosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora