Capítulo 10

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   Zarpa Sombría despertó y salió de la guarida de los aprendices. El cálido sol de la hoja verde hacía relucir su pelaje. Vió a Garra Negra y esta la llamó con un movimiento de la cola.

   -Hora del entrenamiento-dijo la gata.

   Zarpa Sombría y su mentora caminaron por el bosque hasta la hondonada arenosa, donde practicaron movimientos de lucha evasivos. La aprendiza se divirtió mucho, ya que esos movimientos se acoplaban perfectamente a sus técnicas de lucha. Salto y ataque, salto y ataque, esquivo y ataque, salto y ataque.

   Tras el entrenamiento, las dos gatas cazaron algo y volvieron al campamento. Zarpa Sombría fue a darle comida a los veteranos. El sol se ponía entre los árboles, y los primeros guerreros estelares se veían en el cielo. Luego repuso el musgo de los lechos de los veteranos, y fue a tomar algo de carne fresca del montón. Escogió una urraca y se sentó a comerla a un costado del claro.

   Aún no se había comido ni la mitad de su pieza cuando oyó pasos que se acercaban. Zarpa abrasada venía con un campañol entre los dientes y se sentó en frente de ella.

   -¿Puedo sentarme aquí?- preguntó el gato. Zarpa Sombría asintió, ligeramente incómoda-¿Cómo te fue hoy?¿Qué hiciste?- preguntó el aprendiz de pelaje rojizo.

   -Bien. Fui con Garra Negra a la hondonada arenosa y practicamos movimientos de lucha ¿qué hay de ti?- poco a poco se fue relajando, recordando que solo hablaba con un amigo.

   -Practicamos habilidades de caza en el árbol de la lechuza- explicó.

   -Bien- respondió Zarpa Sombría, que ya se estaba terminando la urraca.

   -Una pregunta. Quiero saber, ¿qué pasó con tus padres?

   A la aprendiza se le erizaron todos los pelos del cuerpo- mi padre murió y mi madre me abandonó en el bosque- respondió secamente. 

   Zarpa Abrasada pareció darse cuenta de su incomodidad porque dijo -bueno, voy a hablar con mi madre. Buenas noches- y se alejó caminando.

   Zarpa Sombría estaba a punto de dirigirse a la guarida de los aprendices cuando escuchó a su mentora llamándola. No era horario de entrenamiento, así que la aprendiza se sorprendió un poco. Giró en redondo y caminó hacia Garra Negra, del otro lado del claro.

   Garra Negra la saludó con un movimiento de cabeza y le indicó que se sentara. Parecía ligeramente preocupada o indecisa, era difícil saberlo con certeza. Finalmente y luego de pensar bastante, habló- tengo una pregunta importante que hacerte. Quiero saber cómo se llamaban tus padres.

   Zarpa Sombría no entendió -¿para qué necesitas saber eso?- Preguntó

   -Es solo para confirmar una teoría-

   La aprendiza pensó y pensó. Recordó el nombre de su madre rápidamente - mi madre era Corriente Oscura- dijo.

   A Garra Negra se le pusieron los ojos como platos. Alzó la mirada y preguntó -¿y tu padre?¿Quién era tu padre?

   A Zarpa Sombría le resultó extraña la reacción de su mentora. Jamás la había visto así, tan desesperada por saber algo. Pensó en aquel gato de ojos verde esmeralda de sus recuerdos, y solo luego de un rato logró dar con el nombre.

   -Garra de Serbal. Mi padre era Garra de Serbal.

   Garra Negra agitó la cola muy nerviosa. Los pelos de su lomo se erizaron.

   -¿Qué pasa?- preguntó la aprendiza.

   -No, nada, mi teoría ya se confirmó- miró un segundo a Zarpa Sombría y luego se marchó a la guarida de los guerreros.

Días sombríos #1/ Lealtad / Los gatos guerrerosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora