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Hay dos pares de pantuflas frente a mis ojos, pienso que tal vez me he caído de la cama, pero luego recuerdo que la noche anterior no dormí en mi cuarto, y tampoco con Tim lo que me hace reaccionar de inmediato.
—Mamá.
—Jan no hagas ruido despertarás a John.
El susodicho descansa a un lado mío y yo aun sigo dormida pues no me doy cuenta de que papá lleva en manos su cámara y antes de que pueda decir no el flash de la cámara se dispara.
—¡Qué adorables se ven!, Jan cierra los ojos y has como que estás dormida.
—Mamá no haré.
—Vamos cariño es navidad.
—Jean hazle caso a tu madre —escucho la voz de John quien se levanta estirando los brazos al aire y por poco me da un codazo en la cabeza. Y cuando menos me lo espero posa su brazo sobre mis hombros
—¿Ya están abriendo los regalos? —Tim sale de su habitación arrastrando los pies y limpiándose las lagañas. Cuando llega a la sala alcanza a contemplar nuestra pequeña discusión acerca de las fotos que nos sacaron dormidos.
—¡No las voy a borrar Jan de ninguna manera!. Es más quiero enmarcarlas y ponerlas en la sala.
—Al menos tomaste una en la que salgo bien.
—Es cierto mamá, al menos hay una en la que no tenga un charco de baba —intuye Tim mofándose de mi última petición.
—Querida porque no le tomas una foto a los tres juntos y ponemos esa en la sala, ¿te parece?.
—Sí, gracias papá. Así podemos dejar de lado esto y comenzar a abrir los regalos.
—Está bien, Tim acomodate junto a John y Jan.
—Oki doki.
Como era de esperarse Tim acapara el lugar de en medio tomándonos por los hombros a John y a mí.
—Jan acércate más a tu hermano —pide — quiero decirle a que Tim le apesta el hocico pero estoy segura que no es el único y para acabar pronto solo me pego mas él para poder salir de aquí.
—¡Qué guapos! a ver otra.
Ya sabía yo que esto se iba a demorar un poco más.
Mas tarde cuando el rollo se ha terminado aprovecho para ir a mi habitación y cambiarme de ropa. Me saco el suéter por la cabeza, me cambio los calcetines y sujeto mi cabello en una media coleta, lo suficiente mente floja como para colocarme un gorro de navidad y sostenerlo en mi cabello con ayuda de un par de pasadores.
—¡Jan cariño ya vamos a abrir los regalos! —escucho decir a mi madre mientras bajo de las escaleras con los regalos que llevo escondiendo las últimas semanas bajo mi cama.
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NO RULES © NUEVA VERSIÓN
Teen FictionCuando Jan se da cuenta de que nada ni nadie es como ella pensaba comienza a replantearse que fue lo que hizo mal, en que punto su vida se salió de control. ¿Cuál fue el detonador? ©Todos los derechos reservados. No se aceptan copias ni adaptaciones.