D i e c i s é i s

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 —¿Quieres sacar algo bueno de todo esto?... No existen los amigos, es una cosa que debes aprender —dice Tim en un intento de apoyarme mientras me termino la tostada a duras penas antes de ir a la escuela para enfrentar al monstruo.

La noche anterior cuando nos atrapo en mi habitación comenzamos a soltarle todo con lujo detalle, mas del que me hubiese gustado agregar pero a John se le fue la boca.

—Nos besamos por primera vez en navidad.

Después de eso mi mamá entró preguntando por nosotros y que si lo que había escuchado era verdad.

—¿Tu amiga Layla esta embarazada?, pobre criatura.

Desde luego ella insistio en que deberíamos ir a ver como esta, sobre todo yo que soy (era) su mejor amiga.

Pero cuando llegamos al hospital me topé con Thomas y la directora de la escuela.

—Layla lo hizo con toda la intención —confesó mi compañero rubio —. Cada cosa que me dijo mientras estaba con ella antes de que... se pusiera mal —explicó —. Fue premeditado y John posiblemente lo sabía —agregó.

Y desearía que nunca lo hubiese dicho en voz alta frente a mi mamá, frente a la directora, frente a mi hermano o frente al mismo John.

—Dices puras estupideces Thomas, claro que yo no sabía nada de eso.

—Layla dice que la rechazaste después de que te mostró quien era en realidad Jan —sentenció y eso fue todo.

John le lanzó el primer puñetazo a la cara y como era de esperarse Thomas quien aún procesaba los efectos del alcohol que había bebido en casa de mi amiga le respondió.

La directora dijo que estábamos citados a las ocho de la mañana para hablar sobre las sanciones que se les aplicarían a los responsables.

Todo este tiempo desee saber quien me había hecho eso y ahora que lo sé, ojalá nunca me hubiese dado cuenta porque siento que todas las personas en las que he confiado me han traicionado. Mi mejor amiga, mi... novio.

—Jan, ¿estás lista? —asentí con la cabeza y me levanté de mi lugar para subirme al coche de mi mamá.

—No tienes porque estar nerviosa, de acuerdo. Todo saldrá bien ahora que sabemos quienes son los culpables.

—¿Cómo fue que terminamos así?

Me pregunté a mí misma mirando por la ventana.

No dormí pensando en lo mucho debía caerle mal a Layla para que me hiciera eso.

Mas aun cuando recordaba la primera vez que me dijo que le gustaba John.

Me preguntó sobre el nuevo amigo de mi hermano y yo le respondí que era un idiota porque le había arrancada la cabeza a todas mis barbies y ella suspiro diciendo que siempre le habían gustado los chicos malos o algo así.

NO RULES  © NUEVA VERSIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora