Espero a que el señor Luigi Di Angelo termine de hablar mientras estoy apoyada en el marco de la puerta mirando con ojos de halcón donde está Emilio parado junto a Verónica. Ni siquiera escucho lo que el padre de él tiene que decir por el micrófono, no conozco a las personas de aquí y mi mal humor está en su punto máximo. Sólo tengo ganas de aventar algo contra el suelo y no será nada lindo si me vuelvo a cruzar con Verónica cara a cara. Aunque en el fondo de mí, me lo esperaba. Esa víbora iba a soltar su veneno en cualquier momento, yo lo predije, sólo que nunca pensé que sería tan pronto. Lo que sí sé, es que no debo desestimar tan rápido lo que me contó. Necesito respuestas verdaderas y esas sólo van a ser reveladas por Emilio.
Pacientemente me quedo en el marco de aquella puerta viendo el espectáculo que se desarrolla adelante, en el estrado. Emilio se suelta de Verónica, alejándola de su cuerpo con sutilidad. Eso no es suficiente para ella, porque pasa un brazo por el hombro de Emilio, y sonríe hacia todos los presentes como si no tuviera diferencias con él.
Con eso mi límite explota.
Me abro paso por el salón, empujando a las personas y caminando hacia donde Emilio está junto a la arpía. Cuando llego hasta ellos, no parecen notarme, hasta que la primera fila se abre y aparezco yo, hecha una furia y con ganas de mandar a todos a la mierda.
Por los altavoces la voz del padre de Emilio se escucha con fuerza, parece estar hablando de los años transcurridos para la empresa. No le hago ni caso. Alzo una mano y cojo el brazo de Emilio para que voltee a verme, está de lado y algo ensimismado mirando el suelo. Cuando se da la vuelta y me ve, abre los ojos como platos, y mira detrás de mí como si buscara a alguien más, antes de volver sus ojos marrones a los míos.
Estoy a punto de decir algo pero Verónica se interpone y le sonríe a Emilio, mirándolo a él y pasando de mí como si no existiera.
-Tu padre quiere que subas. -Señala el estrado. Volteo de inmediato y observo a Luigi Di Angelo con el micrófono en mano extendiéndolo hacia nuestro lado. El salón está en completo silencio.
Así es, su padre le ha pedido dar unas palabras. Los presentes nos miran con curiosidad empezando a murmurar cosas oyéndose en eco por el inmenso salón.
Miro a Emilio y levanto una mano, en dirección al escenario.
-No puedo creer lo cobarde que eres -murmuro con los dientes apretados por la furia que me invade. Mi voz es baja, sólo para que Emilio, e incluso Verónica me escuchen. Aunque no temo que alguien más lo haga. Mis ojos sólo están en los de Emilio, porque si miro a la mujer de su lado, no sé qué sería capaz de hacer con ella-. Me dijiste que querías enfrentarte a tus padres, ¿y qué has hecho? A la primera petición vas tras él. Déjame decirte que eres un maldito cobarde, y no quiero tener nada ver contigo. Me has decepcionado. -Señalo a la mujer de su lado, a la víbora-. Y si todo lo que ella me ha dicho es verdad, se merecen el uno para el otro. -Peino mi cabello hacia atrás y sonrío con dulzura a ambos-. Si me disculpan... iré a comer los bocaditos.
Les guiño el ojo a ambos y me doy la vuelta caminando lejos de ahí. Mi corazón retumba fuerte en mi pecho. Siento miles de emociones pero he elegido dejarme guiar sólo por una, y esa es la indiferencia. Odio verme frágil ante los demás, y mucho menos ante las personas que me quieren ver mal. El silencioso lugar se vuelve a llenar de sonido cuando la música instrumental comienza. Me dirijo directamente donde están los bocaditos y elijo varios para guardármelos en la cartera, envueltos en una servilleta para no ensuciar. Luego tomo un pedazo de brownie y me lo meto a la boca cuando alguien se inclina detrás de mí y me toca la cintura, deslizando su brazo por allí. Me doy la vuelta con los ojos muy abiertos, observando a Antoine con una mujer, una muy bonita, tiene el cabello anudado en un mono y los ojos azules como el mar. Su vestido azul resalta aquellos hermosos ojos.
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La obsesión del jefe | ✓
RomanceTamara es la obsesión del jefe. Él no parará hasta hacerla suya. *** Tamara Hudson, Tammy para sus mejores amigos, es despedida de su trabajo por su jefa malvada. Desempleada y con muchas cuentas que afrontar, decide olvidarse de todo lo malo de su...