Baje las escaleras después de cenar.
- Cielo, ¿te vas? - Preguntó mi madre que estaba recostada contra mi padre en el sofá.
- Si. Helena, la vecina, me ha invitado a una fiesta en la playa, no volveré tarde. - Explique.
- La hija de los Brown, es buena chica. - Agregó mi padre. - Diviértete. - Me dedico una mirada culpable.
- Con cuidado, Maya. Cualquier cosa nos llamas, ni se te ocurra volver sola. Si necesitas que te vayamos a buscar nos llamas.
- Si, mamá. - Dije alargando la ultima letra y saliendo por la puerta principal.
La noche era cálida y el camino hacia la casa de Lena se me hizo casi instantáneo. Cuando timbré, y la puerta de su jardín se abrió, ella no tardo en hacerse presente en la entrada de su casa para gritarme desde allí.
- ¡Corre, Maya! Que aun estoy sin peinar. - Dijo apurada.
Yo reí y me apresure por el camino de piedras de su jardín. Al llegar a su altura, la vi vestida con una camiseta ancha y una toalla enrollada en la cabeza.
- Pasa, pasa. - Me invito.
Cuando entre noté un ligero olor a comida que me hizo sentir en casa.
- Tu debes de ser Maya.
Una mujer idéntica a Lena apareció en la entrada.
- Mamá, no nos entretengas, no tenemos mucho tiempo. - Dijo Lena histérica.
Su madre rio y negó con la cabeza.
- Os dejo con lo vuestro, cualquier cosa que necesitáis estaré aquí abajo. Un placer conocerte, Maya.
Agrego con una sonrisa cálida.
- Igualmente. - Correspondí y Lena tiró de mi brazo escaleras arriba.
Dada ya la medianoche, Lena y yo estábamos de camino a la dichosa fiesta. Ella llevaba un bonito vestido rosa pastel que le destaca con su cabello rubio mientras que yo me había decantado por una falda, corta y blanca, con una blusa de tirantes azul.
No tarde en notar que habíamos llegado cuando comencé a escuchar bullicio y la música hacia que el suelo temblase. No era capaz ni de sentir el sonido de las olas rompiendo en la orilla. Tan solo la brisa marina nos revolvía el pelo y nos inundaba un exquisito olor a sal.
- ¿Esto no es ilegal? - Pregunte como una idiota.
Helena rio.
- Lo es.
Al acercarnos a la escalera de la playa un chico estaba siendo sujetado por otro mientras este vomitaba.
- Dios que asco. - Dijo Lena tapándose la nariz. Y continuo andando.
Cabe destacar que las fiestas y yo no estamos muy familiarizadas, había salido solo un par de veces con Liam y sus amigos. No quiero decir que no me gusten, solo que donde vivía no habían muchas y tampoco me sentía muy incluida en ningún grupo como para disfrutarlo al máximo.
Al bajar vi a muchísimas personas reunidas frente a un pequeño escenario muy casero, sobre el cual un chico con gorra pinchaba canciones a todo volumen. Lena me agarro la mano y chillo emocionada.
- ¡Esto va a ser genial, Maya!
Sonreí asimilando un poco la situación y la seguí hacia la multitud.
A la vez que nos acercábamos, la arena se iba colando dentro de mis zapatos y el bullicio y la música aumentaban el volumen.- ¡LENA!
Un grupo llamo a la rubia que estaba junto a mi, y ella los saludo enérgicamente a la vez que me arrastraba hacia ellos.
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Entrelazados.
Teen FictionMaya Miller no sabía que la repentina fortuna de su padre conllevaría vestirse de blanco en un altar. Tras un pacto con un cliente, Maya no tendrá más remedio que casarse con el hijo mayor del socio de su padre para que los negocios familiares prosp...