6. ¿Truco, trato o Beerpong?

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Tras aquella noche yo había mantenido una relación mucho mas estrecha con el pequeño de los Grant. Comprobé que era el polo opuesto a su hermano, hablar con Noah era tranquilizante y divertido. Últimamente había estado viniendo a casa para que le diera una especie de clases particulares para el instituto, a mi no me importaba en absoluto. Es más, me entretenía ya que mi año sabático estaba siendo bastante aburrido.

Pero hoy no era un día para estudiar ni quedarse en casa. Según Lena hoy era uno de los mejores días del año: Halloween.

Durante toda mi vida Halloween había sido un día de tirarme en el sofá con palomitas, dulces y refrescos y hacer maratón de cualquier saga de películas de terror que había por casa. Pero este año seria diferente, Lena había conseguido apuntarnos en las listas de una exclusiva fiesta que organizaba una antigua amiga suya del colegio. Me sorprendió cuando en una de las tardes de estudio, Noah se sorprendió cuando le dije que íbamos a ir a la fiesta.

- Son una locura. - Dijo el chico mientras pasaba hojas.

- ¿Tan increíbles son? - Pregunte graciosa dando un sorbo a mi batido.

- Muy increíbles. - Dijo. - Estoy deseando tener la edad para que nos dejen pasar a mis amigos y a mi.


Y por eso mismo Lena acababa de entrar con su armamento de maquillaje y accesorios a mi habitación como una loca.

- ¡Hoy es el día! - Gritó ilusionada. - Dime que llegaron a tiempo los disfraces. Aun así he traído de repuesto porque no estaba segura si llegarían.

- Va a ser nuestro día de suerte. - Dije sonriendo. - Han llegado justo esta mañana.

Lena dio pequeños saltos y abrió mi armario con confianza.

- ¿Son estos? - Gritó desde mi vestidor.

- Ajam. - Ruté mientras masticaba una galleta.

Mi amiga salió hasta mi dormitorio con dos portatrajes, uno en cada mano.

- Es hora de ver estas maravillas. - Sonrió con maldad.

Me senté en forma de indio en la cama mientras ella los desempaquetaba.

Ella consiguió sacar un vestido con rayas horizontales negras y rojas, seguido de un sombrero de copa partida negro y de una caja, unas botas negras de tacón y altas hasta por encima de la rodilla de un reluciente cuero.

Lena abrió la boca y sonrió con felicidad.

- No puedo esperar a vértelo puesto. - Bromee. - Apuesto que duras menos de media hora en caerte con eso.

- No me subestimes. Siendo Freddie Krueger lo soportaré. - Rio abriendo el otro portatrajes.

Lena sacó un vestido camisero corto con vuelo de color blanco y mangas largas sueltas. Después un corsé de color negro y las tiras granates. Luego me enseñó una sobrefalda, más corta que el vestido, que iba sobre él en la parte trasera para decorar, de color negro con detalles aterciopelados granates. Y por último, unas botas de cuero similares a las de Lena pero con el tacón fino, acabadas en punta, justo por debajo de las rodillas y con la doblez característica de los piratas.

- Vas a ser la pirata mas sexy del mundo. - Dijo mi amiga posando el precioso disfraz en la cama. - Casi me dejo esto. - Lena saco una bandana de satén granate.

Llegó la hora de los preparativos y mi amiga no perdió la oportunidad de ir metiéndonos en ambiente y poner mi altavoz a todo volumen en mi habitación.

Me puse el corto vestido blanco con varios volantes en la parte baja y después necesité ayuda de Lena para abrocharme el corsé.

- Me estas ahogando. - Dije sin poder respirar.

Entrelazados.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora