13. No hay tiburones.

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Después de cambiarme rápidamente el vestido; por uno estilo boho, corto con escote en pico y de color blanco, volvimos a bajar y la música se escuchaba por toda la planta baja del resort. En la zona exterior, junto a la playa, había luces y una fiesta bastante abarrotada por los clientes. Cuando llegamos al lugar, vimos que nuestros acompañantes aún no estaban listos, así que nos adelantamos y nos colocamos en una mesa de pie mientras pedíamos algo en la barra.

- Dile que ya estamos aquí. - Pidió Lena con normalidad

- ¿Yo? - Pregunté un poco agobiada. Nunca había intercambiado ningún mensaje con Sean y no se porque iniciar el chat me ponía nerviosa.

Lena enarcó una ceja.

- ¿Quién sino?

Mi amiga resopló y agarró mi teléfono, comenzó a teclear sobre la pantalla.

- Por favor, sé sutil. - Pedí suplicante.

Casi al instante Lena me devolvió el dispositivo y revisé el chat con urgencia. "Ya estamos aquí, os esperamos en las mesas de fuera"

- Has visto como no es para tanto. - Sonrió la rubia llevando la copa a sus labios.

Fruncí el ceño y me fijé en el nombre.

- ¿Le has añadido como "Sr. Sexy"?

Lena luchó mucho con ella misma para no reírse y se encogió de hombros.

A los pocos minutos recibí la respuesta. "Estamos en menos de dos minutos"

- Oye. - Llame la atención de mi amiga. - ¿Qué le dijiste a Sean después del discurso?

- Yo no dije nada. - Se hizo la tonta. - No sé de que me estás hablando.

Cuando quise recriminarla, las dos llamativas e imponentes figuras de Sean y Caleb entraron en escena.

- Voy a pedir. - Inició diciendo el moreno yendo hacia la barra.

Caleb se colocó junto a nosotras.

- Buenas noches. - Saludo Caleb.

- Es increíble que sea noviembre y haga esta temperatura. - Añadí yo.

- Esto es el paraíso. - Agregó mi amiga con un tono soñador.

- Me sorprende que aún no estéis por vuestra... ¿tercera copa? - Vaciló el rubio mirándose el reloj.

- ¿Qué problema tenéis todos con nosotras? - Se quejó mi amiga.

- ¿Y qué problema tenéis vosotras con el alcohol? - La voz de Sean pasó a nuestro lado y depositó dos copas sobre la mesa.

- No es para tanto. Nos gusta divertirnos. - Se exculpó Lena.

Yo lleve la copa triangular hacia mi boca, y no pude evitar ir rozando con mis labios todo el azúcar que había a modo de decoración en el borde de cristal.
Tener a Sean tan cerca después de lo que había pasado me hacía sentir algo incómoda, pero a la vez me daba esa sensación de hormigueo por el cuerpo.

- Disculpa. - Hablo Lena a una chica de la mesa contigua. - ¿Nos podrías hacer una foto?

La chica, con un pelo afro espectacular, asintió sonriente y agarró el teléfono de Lena. Sean y Caleb pasaron rápido la mano por su cabello, para asegurarse de que estaba perfecto, Lena se ajustó el escote, y yo pase mi pelo hacia la espalda.
Mi amiga y yo nos colocamos entre ambos chicos. Sean colocó su mano en mi cintura, y yo puse una sonrisa inconsciente. Incline un poco la cabeza para apoyarla contra su cuerpo y quedar más cerca de él. Los cuatro sonreímos y el flash salió del dispositivo.

Entrelazados.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora