"Todas las cosas que me gustan tienen tu cara" La Bersuit.
Los días pasaron y casi sin darse cuenta se cumplió un mes del día en que Candela y Joaquín decidieron ponerse de novios. Aquel día él le escribió temprano y le dijo que se preparase porque a la tarde la pasaba a buscar para salir en una cita. Estaba emocionada por ver que había planeado él, ya que todo era sorpresa. No había tenido tiempo de ir a comprarle ningún regalo y tampoco sabía con certeza si él le iba a regalar algo, así que se puso a grabarle un CD compilado con canciones que a ella le gustaban mucho. Lo organizó, diseño la tapa, y estaba a punto de escribirle "te amo" cuando se dio cuenta que aún no se lo habían dicho en persona, no quedaba bien que lo escriba sin antes decirlo. Si bien se habían dicho "te amo" cuando eran amigos de forma cariñosa y fraternal, ahora tenía otro significado e importancia. Sacudió la cabeza y le puso " T" y un corazón dibujado. Lo terminó de envolver y se preparó para la salida.
A eso de las cuatro de la tarde sonó la bocina de un auto, Candela se asomó y salió corriendo de la casa al ver que era Joaquín quién conducía. Él le abrió la puerta y emprendieron viaje hacia su cita. Primero la llevó al barrio de Tigre, a pasear por la costanera. Caminaron por al lado del río tomados de la mano, disfrutando del paisaje. A Joaquín hacía poco que le habían regalado un celular con cámara así que lo tomó y se sacaron un par de fotos en ese hermoso lugar. Luego tomó una canasta que tenía preparada y escondida en el auto e improvisó un picnic en el pasto cerca del agua. Todo era perfecto, los snacks que había traído, las gaseosas, hasta había comprado unas pequeñas flores lilas y las golosinas favoritas de Candela.
—¡Wow! ¡Qué producción que armaste!—dijo Candela realmente sorprendida.
—Lo venía planeando hace unos días, pero mi mamá ayudo bastante.
— Se nota, pero... gracias está todo hermoso, me encantó la sorpresa— le dio Candela mientras le daba un fuerte abrazo.
— Todavía faltan más sorpresas, Petisa— le respondió y sacó de la mochila que llevaba consigo un paquete. Cuando Candela lo abrió rompiendo la envoltura impacientemente, descubrió un oso de peluche marrón que sostenía un corazón, en el corazón estaban escritas las palabras "TE AMO". Candela soltó una risita.
—Sé que es medio cursi, pero lo vi y me dieron ganas de regalarteló— le dijo mientras se acomodaba para sentarse en el árbol y que ella se apoyase en sobre su cuerpo.
—Me encantó—le respondió– yo también te tengo un regalo— le dijo y sacó de la cartera que traía consigo, el paquete con el CD.
—¡No, qué bueno! aunque le falta un poco de rock internacional a este compilado—se quejó a modo de burla—pero lo voy a guardar en el auto así siempre que vayamos juntos lo escuchamos.
— ¡Qué hermoso atardecer!
—No tanto como vos.
—¿Vos decís que vamos a dar muchos paseos en auto juntos?—le preguntó Candela mientras observaban el atardecer cayendo por horizonte del cielo y reflejándose en el agua.
—Ojalá paseemos por todos lados, ojalá podamos ver mil y un atardeceres juntos.
—Ojalá—respondió ella y se apretujó contra su cuerpo aprovechando su calor.
Cuando ya cayó la noche levantaron todas las cosas y emprendieron la vuelta. Fueron hacia la casa de Joaquín ya que sus padres no estaban, así que tenían toda la casa para ellos.
Al llegar Joaquín tomó las riendas en la cocina.
—Te voy a cocinar fideos con crema y champiñones, ¿te gusta?
—¿En serio?, Sí, me encanta—dijo ella mientras lo tomaba por su espalda y apoyaba su cabeza en su hombro, bueno en su espalda porque no llegaba a su hombro del todo.
—Me seduce mucho que me cocines—le susurró cerca del oído.
—Se me va a quemar todo, pero...—le respondió. Luego se dio vuelta y la alzó hasta sentarla en la mesada de la cocina. Candela podía sentir el frío del mármol de la mesada en sus piernas, pero no le importó. Comenzaron a besarse, sin prestarle más atención a nada que no fueran ellos mismos y sus cuerpos. Luego de unos segundos él se separó del cuerpo de Candela y dijo:
—Mejor dejemos algo para el postre ¿no?
Candela se rió un poco frustrada pero Joaquín tenía razón, además ya le estaba empezando a rugir la panza del hambre que tenía. Cenaron y charlaron con más calma, pero deseándose con cada movimiento y mirada. Cuando hubieron terminado de cenar, Joaquín la alzó de nuevo en brazos y la llevó hasta su habitación. Allí se desvistieron con prisa y se acostaron en la cama.
—Te amo– le dijo suavemente al oído Joaquín con la voz un poco rota.
—Yo también te amo— le respondió ella extasiada de emoción.
Candela podía sentir como su corazón golpeaba de manera incontrolable contra sus costillas. Joaquín le desabrochó el sujetador con delicadeza, deslizando los tirantes del mismo suavemente por sus brazos.
Repitieron una y otra vez ese juego apasionado hasta cansarse y quedarse dormidos. Se conocían tanto ya que solo se limitaban a disfrutarse el uno al otro, a disfrutar de lo que los unía que era cada día más y más fuerte.
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Corazones sin destino
Novela Juvenil¿Podrá la amistad de Candela, Joaquín y Lara resistirlo todo? O el amor será el fin de esta hermosa amistad de años. 3 amigos, 2 hermanos y destinos que se cruzan en los años 2000 y que te harán enamorar al ritmo del rock and roll. Caps todos los l...