El sol iluminaba el lugar, se escuchaba el sonido del viento, y el pelirrojo lentamente abre los ojos.
Kenichi: ¿Cuánto tiempo he dormido? - mira a su alrededor y reconoce el lugar. - Este es.... El cuarto de invitados de la residencia de Takao.... ¿Cómo llegué aquí?
¡Te digo que lo voy a cuidar! ¡Es mi turno! - dijo con enojo una chica.
¡Tú ya lo hiciste la última hora! ¡No te pases de lista! - dijo otra.
¡El hecho de que seas nueva, no te da los privilegios para hacer esto! - dijo otra voz enojada mientras abría la puerta.
¡No hagan mucho ruido, Kenichi-san está descansando y...! - ven al pelirrojo quien estaba sentado y mirándolas, al notar que ahora es el centro de atención, levanta la mano.
Kenichi: Buenos días chicas. – dijo con una sonrisa, pero en un momento a otro fue derribado por las chicas presentes.
¡KENICHI! -fue el grito de Taiga, Senko, Rinne y Nana.
Taiga: ¡Por fin despertaste, imprudente! – aprieta con fuerza su abrazo.
Senko: ¡Kenichi-san! ¡Realmente me tenía preocupada! ¡A pesar de sus pocas lesiones, no despertó toda la noche!
Rinne: ¡Pero ya despertaste!
Nana: ¡No vuelvas a hacer esas cosas imprudentes, grandísimo tonto! – lo abrazaba con lágrimas.
Kenichi: L-Lo siento. – dijo con una expresión agotada pero trata de dar una sonrisa.
Senko: ¿Cómo te encuentras?
Kenichi: No me duele mi cuerpo pero si siento cansancio. – trata de levantarse pero la rubia lo detiene.
Senko: Necesitas descansar.
Kenichi: No. -mueve la cabeza en negación. – Me encuentro bien, además, que puedo sentirlos aquí.
Senko: De hecho sí. – dijo con seriedad. – Ha pasado toda la noche y los invitados se fueron, pero los líderes quieren hablar, además, que al liberar a Ravel del compromiso, pues los patriarcas también están aquí.
Kenichi: Perfecto, ya quiero darle un gancho al que se le ocurrió el compromiso. – dijo con una sonrisa, sin embargo, cierra los ojos. – (Hey Kanon ¿Tú que dices?)
Pero no recibió ninguna respuesta, haciéndolo preocupar, pero decide continuar ya que las chicas lo miraban con preocupación.
Taiga: Iremos contigo Kenichi.
Kenichi: ¿Están seguras?
Taiga: Oye, liberaste a Ravel y ella irá contigo, así que tomamos nuestra decisión mientras tú estabas durmiendo.
Kenichi: ¿Qué decisión?
Senko: Ya te lo diremos después. – el pelirrojo se coloca la ropa, notó de sus cicatrices que adquirió a lo largo del camino. - Fuiste curado con las lágrimas de fénix.
Kenichi: Sólo se encargan de sanar las heridas y regenerar el cuerpo, sin embargo, no te recupera energías.
Taiga: ¿Cuánto tiempo estuviste peleando? Tuviste muchas cicatrices. – dijo con algo de preocupación.
Kenichi: Esto fue después de mi viaje con los chicos. – dijo mientras se dirige a la salida. - Pero, como dicen, lo que no te mata, te hace más fuerte.