El pelirrojo estaba despertando con brusquedad mientras sentía heridas en el cuerpo, el entrenamiento con Peri fue doloroso pero apenas estaba empezando.
Ya has despertado. – dijo una peli azul mientras se acercaba. – Te desmayaste cuando Peri terminó el entrenamiento del día y te trajo aquí.
Kenichi: Oh....así que me desmayé... - dijo algo frustrado, la respiración le costaba y con las heridas encima, aumentaba esa dificultad.
No esperaba volver a verte en este estado y en Alvretich, pero por otro lado, me alegra mucho. – dijo con una sonrisa, el pelirrojo gira la cabeza con confusión. - ¿No te acuerdas de mí?
Kenichi: Te me haces conocida, más que nada porque .... – abre los ojos. - ¿Enana?
La peli azul tenía un tic pero ríe un poco y le da una palmada en la cabeza.
Sí que me recuerdas como enana ¿Eh? – sonríe con nostalgia. – Soy tu amiga de la infancia, Levy.
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Kenichi: ¡Levy! – se levantó un poco brusco, lastimándose el abdomen. - ¡Ite!
Levy: No te muevas tan bruscamente, se te abrirá la herida. – dijo mientras se aseguraba que no saliera nada de sangre. – Menos mal que no se abrió ninguna herida.
Kenichi: Lo siento, me había emocionado. – se acomoda y mira a la peli azul. – Aunque estoy muy sorprendido de que estés en Alvretich. Pensé que te vería en un país de Europa o América.
Levy: Jejeje, sucedieron muchas cosas y al final terminé viviendo aquí y créeme, también tengo mis trucos.
Kenichi: Eso sería interesante. – dijo cuando es envuelto en un abrazo por parte de la peli azul. – Oh...
Levy: Me alegra mucho volver a verte. – dijo feliz mientras el pelirrojo correspondía el abrazo. - No nos hemos visto desde que teníamos 8 años.
Kenichi: Gihee.
Levy: ¿Cómo están las cosas en Kuoh? Pensaba visitar dentro de poco y que me guíes.
Kenichi: Pueeeeees.... – no quería romper la ilusión pero tenía que decirle la realidad. – Kuoh está custodiada por dos herederas de clanes demoniacos.
Levy: ¿De qué clanes?
Kenichi: Gremory y Sitri pero... - da un suspiro. – Lamentablemente, yo ya no tengo permitido ingresar a ese lugar.
Levy: ¿Qué? ¿Por qué?
Kenichi: Es una larga historia, pero te aseguro que no es para nada bonita. – respondió de la forma más calmada posible pero Levy no era ingenua, ella era muy cercana al pelirrojo y siempre descifraba lo que sentía.
Levy: Dado que estás en entrenamiento no indagaré en eso, pero ¿Me prometes que en un tiempo libre podrías contármelo?
Kenichi: Claro, no tengo problemas en contártelo. – la peli azul sonríe.
