Consecuencias - Parte II
La noche había caído en Kuoh, Takao había abandonado el edificio en donde vivía Rías ¿Y por qué no en la mansión Hyodou? Después de saber la verdad, ella dejó la residencia y fue a vivir en un departamento, usando sus ahorros que tenía, ignorando las insistencias de Sirchez.
Volviendo a lo principal, él se cuela por la mansión Hyodou, el lugar donde antes rebosaba vida y risas, ahora era un lugar lúgubre, silencioso. Takao se infiltró por una ventana y al legar a la sala, ahí estaba Miki Hyodou, llorando a mares, sus ojos estaban completamente hinchados mientras era abrazado por Gorou.
¿Cómo pude ser tan ciega? ¿Qu-Qué hice mal? – decía la matriarca Hyodou mientras veía una foto en donde la familia estaba completa, incluyendo el pelirrojo, aunque era una donde apenas eran niños.
Saber de la oscura verdad de Basara, el hecho de ser un farsante, el verdadero pervertido y cómplice de las atrocidades del sensei Shouda, Matsuda y Motohama, aquel mediador del incidente de las drogas dentro de la academia, una mierda viviente que gozaba del sufrimiento de los demás, haciendo Netorare, al igual que lo hizo con su hermano adoptivo.
Gorou: Es culpa de nuestro favoritismo, por creer en la persona equivocada.
Miki: Pe-Pero...yo quiero verlo, quiero abrazar a mi hijo.... Era alguien noble y de corazón puro.
Qué triste, tan triste que me dan ganas de usar mi violín. Aunque me olvidé así que no hay música. – dijo Takao mientras caminaba con las manos en los bolsillos y una mirada seria.
Gorou: ¿Cómo entraste aquí?
Takao: Por la ventana. – lo dijo con simpleza.
Miki: ¿Qué haces aquí?
Takao: Pues, quería ver a un grupo de hipócritas malagradecidos. – el castaño se levanta enojado.
Gorou: ¿Cómo te atreves...? ¡ESTA ES UNA PROPIEDAD PRIVADA Y NO TIENES DERECHO A ENTRAR!
Takao: ¿Y? Yo puedo hacer lo que me de la gana, yo ya no formo parte de esa patética alianza y como dije, sólo vine a ver cómo se hunden en la miseria por sus malas acciones. – el castaño, furioso, trata de darle un puñetazo pero el peli azul intercepta su brazo. – ¿Te molesta que te digan la verdad?
Gorou: ¡TÚ NO ERES QUIEN PARA DECIRLO! – pero el peli azul comienza a canalizar un aire muy frio en su mano, haciendo que el brazo de Gorou comience a congelarse. - ¡AHHHHHHHHHHHHHHH!
Takao: ¿No soy nadie? Es curioso que me lo diga un imbécil que se llenaba de riquezas mientras gozaba y se enorgullecía de los logros de un farsante. – suelta el brazo de Gorou mientras cae de rodillas y se sostenía el brazo congelado. – Eso sería parte del castigo que merece un pésimo padre como tú.
Miki: ¿Qué ganas con esto?
Takao: Buena pregunta, es debido a que no tolero a gente como ustedes, quien se dice llamar la familia perfecta, que se enorgullece de sus hijos biológicos, es irónico, el hijo era un farsante y la hija era una mediocre ingenua. – la madre bajó la cabeza. – Lo peor es que trataron a su hijo adoptivo como la oveja negra.