En Europa, el pelirrojo estaba sentado en el tejado de la casa donde residirían, estaba con los ojos cerrados y no parecía moverse de ahí por un buen rato.
Taiga: ¿Qué crees que esté pensando?
Senko: No tengo idea, pero debe ser algo serio.
Ravel: ¿Estará pensando en algo peligroso? – en eso notan al pelirrojo reaccionar y bajar del techo de un salto.
Kenichi: Ya está aquí, no se coloquen al ataque. – todas estaban confundidas mientras que el pelirrojo mira a un punto en específico. – ¿A qué se debe tu visita Ophis Ouroboros?
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Ravel, Taiga y Senko se colocaron en guardia mientras que Yami, Mikan y Nana estaban confundidas, en eso, la mencionada hace acto de presencia mientras se mantiene a unos metros del pelirrojo.
Ophis: Nos vemos de nuevo... Uzumaki.
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Kenichi: Estás algo lejos de tu equipo ¿No lo crees?
Ophis: Ya no formo parte del equipo, los hermanos Pendragón volvieron a Inglaterra mientras que Bikou se fue a Kioto, Vali quedó solo y no tengo motivos para quedarme con Kuroka.
Kenichi: ¿Hellcat? De seguro estará buscando a Vali como premio de consolación.
Ophis: Hasta donde recuerdo, se quedó en la zona cerca a ese club, no se movía a no ser para comer. – se acerca. – Así que quería seguirte.
Kenichi: ¿A qué te refieres?
Ophis: Que decidí vivir contigo y tus acompañantes.
Kenichi: ¿Qué?
Ravel: ¿Qué?
Senko/Taiga: ¡¿QUÉEEEE?!
Nana: No lo entiendo. ¿Quién es ella?
Mikan: Parece una niña.
Nana: Cierto, casi es de tu tamaño Mikan. – eso le salió una vena a la castaña.
Senko: Es Ophis Ouroboros, la diosa dragona del infinito.
