— Todos los estudios te han salido bien, Auron.
El Omega permaneció con la cabeza gacha mientras su madrastra revisaba todos los papeles de los resultados.
No sabía muy bien el por qué, pero tampoco le importaba.
Le parecía muy innecesario todas las visitas al médico, exámenes y estudios que le habían hecho en ese día y medio.
Sin contar con las declaraciones juradas donde había mentido descaradamente a los policías, diciendo que no sabía dónde estaba, que no conocía a sus captores, pero que no le habían hecho nada, que lo habían tratado bien.
Cosa que se respaldaba por los médicos.
— Nada de signos de ayuno, ni deshidratación, ni heridas, o torturas psicológicas... — La mujer se paseaba con sus tacos. El ruido taladraba los oídos de Auron. — Todo está correcto.
— ¿Entonces vas a dejar de joderme?. — Respondió, ganándose una mala mirada de su madrastra que no le intimidó ni un poco.
— Veo que tu actitud de mierda sigue ahí. — La mujer juntó los papeles con brusquedad. — Ya veo por qué te dejaron ir, siempre tan insoportable.
Auron no se contenía en contestarle mal a nadie.
Muchos de sus pretendientes habían sido testigos de lo grosero que era el Omega.
Algunos de lo tomaban con más gracia, como Luzu, y otros no hacian comentarios al respecto, como Iván.
Pero esos últimos días, en los que había vuelto al mundo real, estaba de peor humor que antes.
Sentía frío todo el tiempo, salvo su cabeza que parecía arder del dolor.
Aún andando con ropa de abrigo y con calefacción, se sentía congelarse a morir. Además que sentía su cuerpo cansado, y pasaba casi todo el día en cama.
Nadie se había dado cuenta aún, pero no tenia energías ni para comer. Aunque se esforzaba por al menos tragar unos bocados, comenzaba a sentirse mal al poco rato, a veces terminando en náuseas.
Lo que le obligaba a parar, y terminaba dejando el resto de la comida.
La última comida que había podido digerir bien fue la poca que había recibido el mismo momento en que llegó a casa de Iván. Desde entonces, se había mantenido casi únicamente con líquidos.
Hasta Iván le había comentado que estaba pálido, pero él había respondido que era su tono de piel normal, mintiendo descaradamente.
Además de sentirse tan enfermo físicamente, su lobo no lo ayudaba.
Quería volver al lado de su Alfa, sentir su calor y aroma, que volviera a tocarlo, a besarlo o solo a escuchar su voz.
Intentaba no pensar mucho en ello, porque solo le hacía sentir mal.
Su dulce olor se había apaciguado demasiado, dejando paso a un fuerte olor a tristeza que tenía preocupados a todos en la mansión del joven Buhajeruk.
Auron pensaba que su madrastra también estaba preocupada por él. Solo que lo demostraba con todas las visitas al médico que le hacían hacer, creyendo que le habían hecho algo en los días que había desaparecido.
Acostado sobre su cama, en su propio cuarto privado, del cual no salía ni para comer (ya que le traían la comida), ni para ir al baño (ya que contaba con el propio), Auron había comenzado a cerrar los ojos por el sueño.
Dormir era lo que más hacía allí.
Escuchó los tacos de su madrastra acercarcarse, pero no se inmutó.
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𝐃𝐄𝐋𝐓𝐀 ⭑ 𝐑𝐄𝐁𝐎𝐑𝐍𝐏𝐋𝐀𝐘
Fanfic( 𝕯𓈒 ) Donde Auron es el Omega más deseado del momento, y Reborn es un Delta solitario. ⿻ 𝐁𝐄𝐅𝐎𝐑𝐄 𝐒𝐓𝐀𝐑𝐓𝐈𝐍𝐆 ✧ By; @Bluchi95. Rebornplay's Story. Authorized Adaptation. Omegaverse World. Spruan Mention. Soft • Fantasy • Drama.