𝐃𝐄𝐋𝐓𝐀 ⭑ 𝐑𝐄𝐁𝐎𝐑𝐍𝐏𝐋𝐀𝐘

- 𝟑𝟔. Fin

— Hace siglos que no veo a Reborn... ¿Habrá engordado? ¿Estará más alto?.

— Fueron solo tres meses. — Dijo 8cho. — Y lo conoces desde hace más de dos años. Si no creció ni engordó en ese tiempo, no lo hará en unos meses.

— Pero el embarazo te cambia. — Objetó Lolito.

— Reborn no está embarazado, idiota. — Alex se metió en la conversación. — Él no es el pasivo, ni el Omega. Es el que dice que va a comprar leche y no regresa nunca más. — Alex se rió de su propio chiste.

— Recuérdenme por qué me ofrecí a traerlos. — Habló Luzu al volante, en tono de súplica.

Los tres raritos habían hablado todo el camino, sin descanso y habían discutido varias veces por banalidades, o porque se golpeaban sin querer.

Ninguno había querido ir en el asiento del copiloto, así que los tres amigos iban apretándose en el asiento trasero.

Mientras Luzu se sentía como un taxista, o un padre con sus tres hijos inquietos.

— Porque le querías ver el culo a mi hermano. — Respondió 8cho con total seguridad, haciendo que Lolito riera, Alex se volviera un tomate y comenzara a golpearlo, y Luzu quedará sin palabras.

Segundos después, Luzu respiró profundamente, reprimiendo el impulso de frenar el auto y dejarlos en medio del camino.

— ¡Cambio de tema!. — Habló Lolito, con emoción. — ¿Creen que a Auron ya se le note la barriga?.

— De comer, quizás. — Dijo Alex.

— De comerse a Reborn. — Corrigió 8cho, haciendo que ambos rieran, y que Luzu les dirigiera una mirada extraña por el espejo. — Solo lleva tres meses. Se le va a empezar a notar en serio a los seis meses.

— Don Molestias... — Alex lo llamó, haciendo que Luzu frunciera el ceño. — ¿Ya saben cómo le pondrán?.

El Alfa negó.

— No creo, tampoco les pregunté.

— Bien, pensemos un nombre. — Lolito sonrió ampliamente. — Tengan en cuenta que tendría que ser apto para un perrito también. Considerando que será cambiaformas como Auron.

— ¿Cómo le pondrían a un perrito?. — Preguntó Luzu, algo divertido por el razonamiento de Lolito.

— ¿Si es niño? ¿O niña?. — Preguntó 8cho, con una mano en su mentón, pensativo.

— ¿Un nombre para perra? 8cho. — Dijo Alex, haciendo que Lolito y Luzu rieran, y esta vez fue el pelinegro quien golpeó a su hermano.

Continuaron todo el camino de la misma forma, hasta que llegaron a la casa donde sería el babyshower.

Se quedaron sin palabras al ver el amplio patio con decoraciones, gente bien vestida, y una casa amplia y de diseño moderno un poco más atrás que todas las mesas.

— ¿Esa es la casa del mismo chico con un mugroso departamento de dos ambientes?. — Preguntó 8cho, aunque de forma retórica.

— Me duele la pobreza. — Lolito se llevó una mano al pecho dramáticamente.

— Cosas así me dan ganas de tener un sugar daddy. — Comentó Alex, aunque en tono de broma, mientras sostenía la puerta del auto para que 8cho bajara por su lado.

— Más que azúcar, creo que tú tipo son los cítricos. — Comentó el pelinegro con una sonrisa, palmeando el hombro de su hermano con fuerza.

Luzu lo miró de reojo, pero Alex frunció el ceño, sin entender.