- 𝟐𝟗. Otra opción

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— ¡No!.

Juan se levantó, lanzando el celular al sofá, haciendo este rebotara y cayera al suelo con un golpe seco.

El sonido al romperse, hizo que Luzu saltara en su asiento.

— ¿Qué? ¡Juan! ¡No escuché lo que dijo!.

— ¡No, no, no, no!.

El Beta comenzó a caminar, dando vueltas con nerviosismo.

Luzu lo miró con algo de espanto, siguiéndolo con la mirada, pero no se movió hasta que el chico salió de la sala, caminando lejos.

— ¡Juan Granizos! ¿Qué mierda dijo? ¿Qué pasa?.

Luzu tuvo que correr un poco para alcanzarlo, viendo cómo el chico caminaba por un lado de la mansión que poco conocía.

— ¡Spreen es mío! ¡Él no va a marcar a nadie!.

Juan abrió algunas puertas, caminando rápido y siendo seguido de cerca por Luzu.

En algún punto, habían salido al patio de la casa y terminaron caminando por el prolijamente corto, pasto verde.

— ¿Spreen? ¿Iván?.

— ¡Ese mismo, idiota!.

— Juan, pareces una mujer histérica del siglo pasado.

— ¡¿Y qué si soy histérica?!.

— Puta madre... — Murmuró el Alfa.

— Iván Buhajeruk es mío. No va a marcar a nadie que no sea yo.

— ¿Por qué tendría que marcar a alguien más?. — Luzu abrió sus brazos, seguía sin entender qué había dicho aquel doctor para que el Beta estuviera así.

Juan dejó de caminar de golpe, volteando para mirar al otro.

— Porque Iván Buhajeruk tiene la necesidad de que su nombre sea sinónimo de "Héroe".

»» Siempre hace lo correcto. Nunca desobedece a nadie... Claro, menos a mí.. Siempre hace todo lo que su familia quiere, y le vale verga lo que él quiere mientras sea por un "bien", según su concepción de las cosas.

»» Si antes iba a marcar a ese Raúl Álvarez porque su familia lo decía... Ahora va a hacerlo porque piensa que le salvará la vida.

A Juan se le escapó un sollozo.

Luzu estaba petrificado en su lugar. No sabía en qué drama se había metido.

— Bien, Juan. Comprendo. — Dijo, intentando ser suave. Aquel Beta estaba muy sensible. — Pero Iván no hará las cosas sin pensar. Sabe que hay otra opción.

Juan se detuvo, limpiando sus lágrimas rápidamente.

— ¡La otra opción!. — Dijo, con alegría. — Tú dijiste que sospechabas que Raúl Álvarez y Reborn eran
predestinados y-

— Momento, momento ¿Cómo lo sabes?.

Juan abrió los brazos, como si fuera obvio.

— ¿Por dónde espiamos a Spreen?. — Dejó un segundo de silencio. — Tengo acceso a las cámaras de toda la casa y en sus autos. También puedo escuchar las conversaciones de Spreen de su celular.

— ¿Eres como una especie de obsesivo? ¿Tipo un stalker? Porque lo que dices es muy-

— Si te digo que sí y no preguntas nada mas del tema... Sí, soy todo lo quieras. — Juan suspiró, acomodando su pelo hacia atrás. — Pero estábamos en traer a Reborn con Raúl Álvarez. — Se encogió de hombros. — No es tan difícil. Solo tenemos que traerlo, meterlo a la casa y que se quede con el Omega.

𝐃𝐄𝐋𝐓𝐀  ⭑  𝐑𝐄𝐁𝐎𝐑𝐍𝐏𝐋𝐀𝐘Donde viven las historias. Descúbrelo ahora