El monstruo.

43 19 22
                                    

—Oye, oye, cálmate. Creo que todos estamos en el mismo barco —dijo el pelirrojo

—¿Pero porqué estamos aquí? —pregunto el castaño con su cabello amarrado en una cola

—¡No puedo estar aquí, tengo una cita mañana! Tengo que ir a casa —se alarmó la joven de rizos

—Primero calmaos todos —el chico pelirrojo con la chaqueta del equipo universitario empieza a hacerse cargo de la situación. Me levanto para verlo bien, pero camina hacia el centro— ¿Alguien tiene alguna idea de donde estamos?

—Dios, ¿porque empiezas con eso? ¿No deberíamos conocernos primero? —el joven castaño sonríe a cada uno de nosotros— Me llamo Thoma Cobelli —todos le miran sin decir una palabra

Intenta hacer que todos estemos cómodos.

—Soy Evelin Beraldi, con "i" latina.

—Oh, encantado de conocerte, Evelin con "i" latina —bromeo Thoma y poco a poco, la tensión en la habitación va disminuyendo.

—Bueno, me toca. ¡Soy Tamara! ¡Soy estudiante de diseño de moda y tengo un novio super guay!

Hay algo infantil en su forma de hablar.

—Claro que sí, ja, ja —contestó Thoma riéndose amigablemente.

—Niccolò —Esperaba una presentación más extensa, sinceramente.

Suena mandón, pero parece poco hablador...

Niccolò debe de haberme pillado mirándole porque se vuelve hacia mi justo después y como reacción aparto mi mirada, pero lo oigo hablar nuevamente.

—Tú, el de ahí. Cuanto antes hables, antes podremos empezar a pensar que hacer —me vuelvo y miro al joven con heterocromía. Baja lentamente las manos, revelando el brillo de sus ojos.

Tiene unos ojos preciosos

—Mi nombre es Subaru... Subaru Calderoni —hay algo en su nombre que me conmueve. Me mira, y su ojo rojo brilla bajo su flequillo.

Hay algo terriblemente familiar en ese ojo rojo...

Trato de hacerle memoria, pero no recuerdo haberle conocido.

¿Es solo mi imaginación?

—Bueno, ahora que nos conocemos, ¿no da un poco menos de miedo esta situación? —Thoma se ríe animado y al cruzar nuestras miradas le devuelvo una sonrisa.

—Bien, ahora que nos hemos presentado, tratemos de averiguar dónde estamos y por qué. Acercaos todos —nos apiñamos para sentarnos en círculo ante la sugerencia del pelirrojo— ¿ha estado alguien aquí antes?

Observó la habitación. Es normal, aparte del hecho de que esta oscura y una luna brillante nos iluminaba, aunque sea tenuemente.

Pero una sensación se instala en el fondo de mi estómago.

—No, yo no —respondió Thoma

—Yo tampoco. Este lugar es demasiado espeluznante para mi gusto —le siguió Tamara

Niccolò se vuelve hacia Subaru, y este sacude la cabeza. Entonces me mira.

—Pues no, pero... —corto mis propias palabras.

—¿Pero? —me incita a continuar

—Tengo un presentimiento. No es información muy útil, ¿verdad? —el no responde, como era de esperar.

—¿Podrían decirme qué fue lo último que hicieron antes de acabar aquí? —cuestiono nuevamente el pelirrojo

La risa de Tamara nos lleva a que todos nos enfoquemos en ella— Bueno, estaba acurrucada con mi novio. Era muy cálido y acogedor —se lleva las manos al rostro, sonrojada— Qué vergüenza... amm... estábamos en el sofá y...

Pesadillas NocturnasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora